Llegaron a una habitación con unas pocas luces rojas, tenues y titilantes encendidas, parecía bastante grande pero era difisil de decir debido a la poca visibilidad. Sin embargo, Pedrusio alcanzo a distinguir algunos tubos de ensayo y recipientes, la mayoría llenos de algún tipo de líquido y varias pinzas y bisturís de diferentes tamaños y grosores, sobre una mesa de porcelanato blanca. También había en la habitación una alacena blanca vidriada, con varios frascos dentro, de los cuales no se alcanzaba a ver su contenido, por lo que se acercó dando pasos lentos y con una mano en la pared, para conseguir una mejor visión del objeto. Pero algo lo detuvo, había pisado algo, no sabía bien que, un líquido, tal vez, algo pegajoso.
De pronto sintió el sonido de un interruptor, seguidamente una luz se encendió, como el flash de una cámara, y luego otra; y así hasta que la habitación quedo completamente iluminada con una luz tan blanca como las paredes y muebles del lugar. Se llevó sus manos a los ojos hasta que estos se adaptaron al brillo, entonces miro al suelo, hacia sus pies y fue entonces cuando se congeló.