Pedrusio intentó correr pero Agusto lo tomo por la espalda. Lisetto agarro un cuchillo e intento apuñalarlo pero el joven no se dejó. Elevó su pierna y pateó al científico en el estómago. Dando un salto hacia atrás, golpeó al mayordomo contra la pared y este dio su cabeza contra el gancho para colgar abrigos de la pared.
El joven, ya liberado, se dio vuelta y vio el cuerpo del mayordomo con la cabeza perforada y sus pies a unos centímetros del suelo, muerto. Resistió el impulso de vomitar y aparto rápidamente la vista. Detrás suyo, sintió un grito desgarrador y vio como Lisetto se abalanzaba sobre él enfurecido.
Forcejearon hasta que el joven fue derrumbado al piso. Intento escapar dando patadas, pero no podía liberarse. Una de sus patadas alcanzó la pared donde se ubicaba la alacena. Entonces sintió el ruido de un vidrio romperse, notó uno de los frascos en el piso tirado hecho pedazos y vio como la sangre caía por el costado de la cara del científico mientras se derrumbaba con los ojos puestos en blanco.