Lisetto avanzó por la habitacion, recorriendo sus dedos por la pared con total despreocupación. Pedrusio intento correr pero en la puerta se topó con Agusto que le impedía el paso, entonces, el científico continuo explicando que su proyecto, el cual, segun explicó, se había parado debido a que se le había dificultado el conseguir piezas para poder completarlo. Mientras hablaba se dirigió al fondo de la sala y tomo la punta de un pedazo de tela que cubría un objeto enorme como un ropero, tiro de ella y descubrió un hombre, parecía humano del cuello hacia abajo, pero su cabeza era la de un robot. Además tenía todas sus extremidades cosidas, podía notarse el hilo que las unía.
- Este es mi proyecto - Dijo el cientifico señalando con una mano al monstruo que yacia de pie a su lado - Es un hombre artificil, fuerte, rapido, inteligente y controlable. Mejor que cualquier soldado, policia o gobernante. Es perfecto - Continuó explicandolé con sus ojos bien abiertos, brillando con locura. Pedrusio estaba asustado y asqueado al mismo tiempo. Terror y odio corrian por sus venas - Aun no decido cuál será su cara, quiero que sea especial, que imponga respeto y amabilidad al mismo tiempo. Como podrá imaginar no hay muchas opciones en un pueblo tan pequeño pero tengo algunas ideas en mente...
- Entonces el proyecto del que me habló, ¿Esta hecho con partes de personas, de personas reales? - Preguntó atónito ¿Habia escuchado con claridad o solo estaba aucinando?
- Así es, de hecho son las mismas personas que vió en las fotos sobre la chimenea, todos habitantes de este pueblo que lamentablemente fueron atacados por un animal- dijo Lisetto en tono irónico.
- ¡Pero no lo entiendo! ¡¿para qué me llamó? ¿qué quiere que haga como asistente?! - Gritó horrizado.
- Nada dificil. Quiero que me consigas cuerpos, estoy muy viejo para hacerlo yo mismo, la última vez casi soy descubierto. Te pagaré, tengo dinero – Dijo apuntando con la cabeza a un maletín lleno de billetes en las manos de el mayordomo.
- ¡Yo no voy a matar a nadie! - Se negó sin pensarlo un segundo.
- Podemos hacerlo de la forma buena o de la mala. Puedes tomar el dinero y asesinar a la persona que necesito y luego desaparecer de la faz de la tierra o puedo obligarte a hacerlo. Se que tienes familia ¿Una hermanita, no? ¿Era…Gregoria su nombre?
- No le hagas nada! - Se desesperó
- ¡Entonces haz el maldito trabajo! – Gritó con tono desquiciado.
- No... no puedo - Susurró. Aun con su familia siendo amenazada Pedrusio sabia que no seria capaz de tal atrocidad. Matar a alguien, para algo tan estupido. No habia forma de que lo hiciera.
- Entonces no me dejas opcion - Dijo Lisetto cerrando los ojos - Tendras que ser tú en su lugar. Me ubiese gustado conseguir algo mejor pero no puedo arriesgarme - Agregó meneando la cabeza y metiendo la mano en su bolsillo.