El miedo, la ira y el dolor lo superaban. Su pierna comenzaba a dolerle, habia salido lastimado en la pelea y no habia parado de sangrar desde entonces. Se sentia mareado y debil, solo la adrenalina lo mantenia despierto.
Prendió uno de los fósforos pero se arrepintió. ¿Que importaba? Estan muertos, pensó. Pero aun asi no podia hacerlo, porque él los habia matado. Tenia que cagar con la culpa o, si no, seria lo mismo que aquel loco cientifico habia hecho. Tal vez ambos tenian familias, familias como las de los chicos en las fotos. ¿Quien era él para quitarle la vida a alguien?¿Que lo hacia mejor que ellos?
Estaba por apagar el fósforo, aceptar sus errores, hacerse cargo. Entonces, vió como un cuerpo salía arrastrándose por la puerta de debajo de las escaleras. Lisetto, que aparentemente solo se había desmayado, caminaba con dificultad hacia él con un cuchillo en la mano y una sonrisa desquisiada en su rostro.
Sorprendido, Pedrusio dejó caer el fósforo de su mano y vio como el científico junto con toda la mansión comenzaban a arder en llamas.