No fui la persona más afortunada al llegar a este mundo. Quienes me trajeron, no fueron muy felices con mi llegada, pues hicieron lo posible por sacarme de encima. Y me remarcaron cada día de mi vida que sólo había llegado a arruinarles la suya. Fui un compromiso. Un casamiento a las corridas y un acuerdo gestado por gente que ni llegué a conocer, pues se fueron antes de que pudiera reclamarles nada. Fueron más inteligentes que el resto, y no comprendí el por qué optar por la salida fácil, hasta que me encontré yo mismo, a mi edad madura, a punto de realizar lo mismo.
Quiero empezar por el principio. En mi infancia no hubo gente importante. Nadie siquiera osaba acercarse a mí. Quizás era mi actitud, quizás mi rostro, no lo sé. Sólo una persona se me acerco. Él era diferente, él si me entendía. Sabía lo que sentía y lo que me pasaba; era el único que me comprendía. Y se volvió por ello mi amigo, la segunda persona más importante en mi vida. De la primera, bueno, pues hablaré después.
Le gustaban las mismas cosas que a mí, hacíamos todo juntos y llegamos a usar la misma ropa. Pero era difícil, se encontraba muy ocupado con muchas cosas al parecer, pues apenas lo podía ver algunas veces al día y apenas podíamos charlar. Sin embargo, hemos sido como hermanos, en todo el tiempo que hemos compartido.
A veces pienso que sería más feliz si nunca lo hubiera conocido. Pero quien hubiera sabido que él, con el tiempo, iba a cambiar. Y quien hubiera predicho lo que sucedió después. Nadie se lo vio venir.
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autobiografía de un don nadie
Bí ẩn / Giật gânhola, estimado lector. mi nombre es... como si fuera a interesarle a alguien. como si mi historia fuera digna de mención; más que como un ejemplo de cómo no hacer las cosas, como un recuento de todo lo incorrecto del mundo. como sea, debía escribir...