VIII

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Mi secundario fue normal; todo lo normal que puede ser para una persona como yo: tímida, silenciosa y antisocial. No tenía un gran grupo de amigos, ni estaba entre mis intenciones tenerlo, pero si tenía gente a mi lado que valía la pena.

Realmente, no recuerdo como sucedió. Una serie de personas, se fueron acercando a mí con el tiempo y con ellos, logre tener gente en quien confiar. Un grupo de amigos, eso mismo. Gente con quien pasar el rato y aminorar nuestra marcha por este universo.

Quizás todo hubiera estado bien, si seguía con ellos y dejaba pasar el tiempo. Pero uno de esos años, la puerta se abrió y alguien distinto apareció. Entro alguien nueva, una chica, que sin saberlo ninguno de los dos, sería la culpable de las mayores gracias y desgracias de mi vida.

autobiografía de un don nadieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora