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No iba a durar. Nuestra relación era feliz. Ella, había entrado a la Universidad y yo decidí comenzar a trabajar; pero a mitad de ese año tuve dos noticias. Una partida y un regreso, los dos claramente inesperados.

Nada volvió a ser lo mismo luego de aquella noche. Mi padre, una noche que volvía de trabajar, fue arrollado por un imbécil que había decidido que era una buena idea tomar de más y manejar. Nunca supimos quien fue, pero agradezco no hacer, ya que no lo perdonaría.

Pero, además de eso, ese mes otra persona volvió a mi vida. Él había regresado, para acompañarme en mi vida. O al menos eso dijo al llegar.

autobiografía de un don nadieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora