DESPUÉS DE LA GUERRA - DRACO MALFOY

¿QUID, SI RESOLUTIO FACTA EST QUASI VIUDA EST?

Capítulo XXIV

LA SOLUCIÓN SIEMPRE ES LA MAS FACÍL, ¿TE PUEDO HACER ENVIUDAR?

Al final termine contándole todo, absolutamente todo desde el porque me fui sin decir adiós hasta el motivo por el cual me case sin poner resistencia y el concebir a mi hijo, me regaño un poco pues según él actué por egoísmo, le di la razón, pero ahora no hay vuelta atrás y como decía la tía Margaret, no te preocupes ocúpate así que eso es lo que estoy haciendo. Aleck por su parte no dejaba de verme con cara de ¡No me jodas!

-       ¿Entonces, qué piensas sobre esto? – le pregunte.

-       Pues yo solo digo que, ¡Te dejo viuda!, y solucionamos todo, mira que nos quedamos con la fortuna y el renombre – me dijo riéndose.

-       Estas, menso – le dije riéndome con él.

-       ¿Apoco el muy pendejo casi quema la cocina? – me pregunto.

-       Así es – le conteste riéndome de solo recordar.

-       ¡Ay que bruto, pero que baboso, y ¿luego se desmayó cuando le dijiste que iba a ser papá? – me volvió a preguntar, pareciera que no me había puesto atención a nada de lo que le platique.

-       Si se puso pálido – le dije.

-       Para mí que se puso transparente, ja, ja, ja, ja, transparente - No me aguante la risa y estalle con él, Aleck tiene un humor muy acido, pero al final siempre termina contagiándote con su risa.

-       ¿Bueno y que más as echo, tú Aleck? – le pregunte ahora yo.

-        Te acuerdas que me gustaba mucho una chica de Revenclaw – me dijo.

-       Si – le conteste haciendo memoria de la chica.

-       Pues, ahora ya no me gusta esa – me dijo riendo, eh intentando copiar las poses de la comunidad LGBTI+Q.

-       ¡Ay, eres un idiota! – le regañe.

-       Es que ahora soy gay por decisión, no por qué me guste – me dijo.

-       Así que te mando a la fregada, ¿verdad? – le dije riéndome aún más de él.

-       Algo así – me dijo desviando su vista hacia la izquierda, un pomo incómodo.

-       ¡Esto es genial!, ¡Hay que celebrarlo! – le dije riendo.

-       ¿Qué vamos a celebrar? – me pregunto.

-       ¡El que siempre quise tener una hermana!, y ¡ahora la tengo! – le dije con entusiasmo.

-       Hay desgraciada, tu hermano aquí sufriendo y tu riendo – me dijo con su pose dramática, extrañaba estas pláticas cuando no nos intentábamos matar o sacar los ojos.

-       

Después de joder un poco a mi hermano me arte y salimos, en la sala me encontré con Draco quién saludó a mi hermano de la mano.

-       Mi amor- dice tomándome de la cintura- déjame hablar con tu hermano- dice dándome un beso en la frente. Yo volteo a ver a mi hermano que asiente con la mirado, tomo la muñeca de Aleck y le doy un apretón, me acerco a su oído y le digo:

-       Si te tortura grita – vendré en tu auxilio.

-       ¡Ay!, pero que graciosa – me respondió con sarcasmo.