Yo era una idiota sin remedio, nunca seguí los planes predestinados que me tenía la vida, ya había un camino para mí, en donde ser diferente era un arte. Ella me eligió y yo la elijo de por vida.
Mis años escolares transcurrieron en una jodida escuela mixta, mis horas de recreo se basaban en vagar por los pasillos inundados de mediocridad hasta llegar al hogar de los deprimidos, la biblioteca escolar. En aquel entonces estaba en el mejor momento de mi vida como dicen los que no han estado profundamente deprimidos. Quince años, ¿qué son quince años? Nada.
Ella estaba ahí, mirando por la ventana, perdida en la naturaleza, más bien, en un pájaro que se posaba en las ramas de un árbol, se veía tan tierna , tenía un piercing en el labio y uno que otro mechón rojo. Sonó la estúpida campana quedándome sin poder mirar a quien sería el amor de mi vida. Se percató de mi presencia y sólo se dignó en mirarme, no como las típicas miradas amargas o fingidas, sino con un toque de primavera.
Subí por las escaleras, me sentaba en la primera fila, no era muy aplicada pero aun así lograba obtener buenas calificaciones, lo suficientemente buenas para evitar los regaños de mis prejuiciosos padres.
Después de varios versos escritos al aire, se acercó a mí con curiosidad y me saludó, no con un típico hola ni con ninguna falta de respeto sino con un "ésta escuela apesta a mierda." Asentí con una sonrisa. Su franqueza me gustó.
Íbamos en el mismo año escolar, las visitas al hogar no cesaron, después de clases íbamos a beber helados de chocolates o simplemente nos sentábamos en una banca a metros del establecimiento a odiar aún más a las personas. No era un milagro, ni una maravilla, era lo que tanto necesitaba esta alma abatida.

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Labios Rojos
RomanceUna chica con una guitarra, intentando no pensar en el pasado. Pero es inevitable, él siempre está ahí, y ella siempre recuerda cada momento que pasaron; esos instantes donds fueron felices. Ella ya no lo soporta, así que decide irse a un bar a ahog...