El reloj

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Mi reloj se paró a las tres, no te ves, siendo que coincidimos alguna vez.
Te siento en el llanto del recién nacido, en la sonrisa de los enamorados, en las coquetas gotas de lluvias, aquellas que danzan por mi piel, como lo hacían tus ojos color miel.
Te he buscado en las rocas, en una de esas quizás se sientan tus latidos.
Te he invocado en el viento, a ver si encuentro tu llanto.
Te pienso tanto, que no sé si duermo pensandote. O es que acaso se ha invertido el destino, y ya te he olvidado. De todas formas, ya estoy jodida.

Labios RojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora