Al filo de la muerte...

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"El pasado te seguirá a donde vayas. Por siempre

 y para siempre, siempre, siempre..."- Orihara Izaya 

- Veo que no moriste aquella vez preciosa. Podré divertirme un poco contigo.

El polvo se disipó completamente y logró ver 2 cuerpos con claridad. A él jamás lo olvidaría.

- Nnoitra Gilga ... - pronunció y sus ojos brillaban con sed de sangre, venganza e ira 

*~~~*~~~*~~~* 

-¡Tsk! Pensar que sigues viva, ¿sabes cuantos problemas pase por tu culpa?

Ichigo se había quedado sin voz, sus ojos denotaba furia y sorpresa. Los recuerdos de aquella tarde en la que Rukia le contó su pasado arribaron a su cabeza como un fiero torbellino. Claro que él también recordaba el nombre de aquel maldito. Era él el que casi había logrado arrebatarle la vida a la ojivioleta.

El sonido de una carcajada inundó la habitación. Ichigo volteó a ver a la persona de la que provenía y fue mayor su sorpresa al reconocer aquella voz y a la persona. Pertenecía a Rukia. La observó detenidamente,sus ojos carecían de brillo, su sonrisa lucía amenazadora, tenía los puños cerrados fuertemente, toda su ser irradiaba un aura amenazadora y mortal, nunca la había visto así. La princesa comenzó a caminar hacia su cama siendo observada por todos los presentes. Su bata blanca apenas y se movía por su caminar y su sonrisa seguía en su rostro.

-No sabes que gusto me da volver a verte Nnoitra. Veo que no has cambiado, exceptuando tu pequeño accidente en el rostro. Es una pena que hayas quedado así.

Rukia detuvo su caminar a lado de su cama, y agarró un objeto cubierto por una tela con decorados en blanco y plateado, lo único que se veía era un listón blanco largo. Ichigo lo reconoció inmediatamente, su katana.

- Fue por tu culpa, maldita, y adivina qué, he venido por tu cabeza y  por la del niño bonito- dijo señalando a Ichigo con su katana desenfundada.

Ichigo al ver los ojos de Rukia supo que ella estaba a punto de explotar. Se colocó enfrente de ella impidiéndole el paso, esperando así que se calmara un poco.

-¿Qué es lo que buscas?

-Mi señor nos ha dado la misión de quitarles la vida - dijo, hablando por primera vez, el acompañante de Nnoitra.
Era moreno, no tenía cabello, en su lugar tenía varios picos en forma de mohicana. Era alto y musculoso, pero lo que más llamaba la atención de él eran sus ojos amarillos carentes de cualquier brillo. 

-Bien, bien, nada personal niño pero tengo asuntos que atender con esa mocosa. Así que, si me disculpas…

Veloz como el sonido el moreno se abalanzó contra Ichigo mientras que Nnoitra arremetió fuertemente contra Rukia, la cual contraatacó abalanzando su katana contra él tratando de cortar.

-No sabes cuanto espere para poder matarte. Desde el momento que supe que no estabas muerta lo único con lo que podía soñar era con este día. Te mataré y bailaré sobre tu cadáver. - al terminar de decirlo rió a carcajadas. Dio dos pasos atrás y volvió a arremeter contra ella.

Sus golpes eran fuertes, se notaba que había estado entrenando. Nnoitra movió su katana tratando de cortar su costado, pero ella fue más rápida, pudo prever su movimiento y retrocedió antes de que se volviera algo letal para ella. Él, enojado porque la morena pudo esquivar su movimiento, gritó y dio una estocada con dirección al cuello de la princesa, ella nuevamente logró esquivar el ataque, pero no salió tan bien parada como la vez anterior, la katana logró rozar su clavícula izquierda y le provocó un corte medianamente profundo del cual emanaba la sangre que manchó su inmaculada bata blanca y profirió un gemido de dolor. Nnoitra sonrió con demasiado gusto.

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