Epitafio

142 11 1
                                    


Que está aquí mi psique, mierda, que está aquí. Su vaho a óbito acaramelado está impregnado en el lugar. He muerto por curioso pero morí sabiendo. Ya, sin nada que perder, ¿por qué no ser totalmente efusivo para hablar de mi suplicio mental? La intrincada jerga no cautiva cuando quién habla no soy yo; sino un espectro incrustado en mi lóbulo frontal.

Éste soy yo, sin sujeciones, sin tamiz en la laringe, sin tutela ante la aflicción. Éste soy yo, percatándome de mi metafísica espiritual.

Bienvenido.

Cebada. (3/3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora