Escrúpulo

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Cuando ice su óptica al cosmos y se le enloden los trazos de la frente con su misantropía, cuando sonría y lo único que obtenga por permuta sea suplicio a raudales, cuando el condumio le sepa a cobre, cuando su lar no sea más que aglomeración de objetos, cuando su prole sean mamparas taciturnas, cuando su cosmético no tenga quién lo otee, cuando sus cabellos sean grisáceos y carentes de savia, cuando su tegumento sea manco, cuando su periferia ya no sea verde, cuando los labios del óbito le rocen el ente, ahí, sólo ahí, usted discernirá, que la exhalación del astro no puede ser reemplazada por el oro.

"Basta de realidades, queremos utopías."

Cebada. (3/3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora