Entre Relatos

Exagerado

De repente todo se vuelve oscuro en mi vida, todo se vuelve un sin sentido, las cosas no van bien, no me gusta nada esto que está pasando... puede significar mi fin.

-¡Alfredo, valió ya! Deja de hacer el cómico tio, solo pusiste mal la dirección de la carta, pero calla ya.

-Luis pero ahí erradica el problema, que una de las cosas más valiosas del mundo estaba dentro, y no encima no me reenviaran la recompensa, una recompensa como nunca antes habías visto, llenaríamos la cámara entera, nuestra vida más fácil ¿te imaginas?

-Que dios me pille confesado. Alfredo tío, me estas cansando, era una carta para tu abuela, en la que la informabas sobre que hemos movido los muebles del salón, bueno eso y unos cuantos besitos y abrazos, jajaja.

-¡NO te rías Luis! No hace gracia, ahora nos quedaremos sin todo aquella recompensa, todo lo que nos cambiaría la vida...

-En serio... me estas cabreando. Alfredo la recompensa es toda la comida que te hace tu abuela, además cualquiera que te oiga decir lo de llenar la cámara, se piensa que somos ricos, cuando lo único que llenaras será la nevera y tu barriga. De verdad... todos los meses una actuación... porque no me quede con aquel psicópata, como mucho me haría ayudarle a tomar pastillas.