El sueño que revelo el sentimiento de la Estupidez

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Despertar de ese sueño tan profundo que te confunde y te alegra, sin saber cómo, de repente se torna a pesadilla, esa pesadilla de la cual quieres despertar con todas tus fuerzas, pero algo le dice a tu cuerpo que no, que aguante que merecerá la pena, que sentirá algo que hacia mucho tiempo su corazón perdió, algo que su cuerpo anhelaba, recuperar la creatividad, recuperar los sueños, poder conseguir todo aquello que el mismo se arrebato al desprenderse de aquello que mas le importaba en la vida y de aquella manera tan trágica y cobarde.

Mi sueño trata así, una joven simpática, con una belleza que no conocía limites, esos ojos que cualquiera que los mire se siente inferior, esa boca tan carnosa y irresistible para mi ser, esa melodía que salía de ella cada vez que hablaba era como una cálida brisa del sur, que después de tanto tiempo de vivir congelado sin escucharla se agradecía, esa fragancia que envuelve ese delicado cuerpo como el paño del oro, que lo rodea para que no se haga ni una sola fisura con nada... y esas caricias tan olvidadas que tenia yo, ese roce con su piel que me hacia suspirar cada vez más, ese sentimiento de entusiasmo y de amor que sentía cada vez que ella estaba cerca.

Esa misma tarde bajo la brisa cálida discutimos bastante en el sueño de tal forma que nos enfadamos, amigos interesados que había por ahí, pues me dijeron ciertas cosas como que ella te va a dejar, esta cansada de todas esas tonterías de las cuales yo era participe, esos vaciles hacia su persona que no tenían ni pizca de gracia, todas esas veces que estuvo aguantando mis dramas sin necesidad alguna, ella cada segundo del día me demostraba un amor... un amor verdadero, una amor de corazón y con todo su sentimiento, mientras yo con mi sumamente estupidez poniendo a prueba sin sentido alguno con vaciles sin sentido alguno. Bueno mis amigos me subieron a lo más alto de acantilado para contarme que ella estaba hablando con una amiga y un amigo, que ella iba a poner fin todo aquello que teníamos y yo apisone y machaque. Tonto de mi a pies juntillas creí la envidia de mis amigos, pero gracias a ellos me di cuenta de todo lo que yo hacia mal y todo lo que ella hacia genial y solo por mí, baje hablar con ella a mi sorpresa me encontré con ella hablando con otro hombre que físicamente me sobrepasaba sin duda alguna, yo cabizbajo me aleje de aquel sitio... ella reía y me rendí mientras ella fuera feliz nada importaba, ella no se como se percato de mi presencia y a como relámpago de tormenta aparecía ante mí.

Asustado y destrozado, pero alegre en parte porque ella tendría la vida feliz que yo un día la prometí y no la pude dar. Me miro un buen rato antes de empezar a mover aquella boca, yo confiado que esto se acabó, no la dejo terminar cortándola de forma que sepa que entiendo lo que pasa, se lo que me vas a decir, y aunque mi corazón sea el nuevo rompecabezas recién sacado al mercado, estaré bien siempre que tu lo estés. Ella estupefacta sin parpadear no solo atino a decir un simple y pobre... p...pe..ro...

Retomé mi camino alejándome hasta lo mas alto del acantilado donde estaba a refugiarme y pensar todo lo que había sucedido y todo aquello que perdí, cuando la noche me alcanzo y toda aquella brisa cálida desapareció, yo solo en mi umbría montaña, pasaron los días, las semanas inclusive meses, pero no veía salir el sol. En ese momento no se si era delirio o si alguien de verdad se atrevería a entrar en el corazón oscuro de esos lares, una silueta se podía observar tenuamente entre la niebla densa, pero como dije pensé que eran mis delirios de soledad, hasta que una suave y cálida mano se poso en mi hombro, me ayudo a levantar y me puso enfrente de ella, exacto era aquella mujer que volvió a por mí, esa mujer que me dejo claro que la gente podrá decir misa pero que ella no es la gente, ella tiene su pensar ella tiene sus decisiones, ella me quiere como nunca ha querido a nadie, y aunque la mayor del tiempo fui la peor escoria que existió, también sonrió recordando todos aquellos buenos momentos que teníamos a solas ella y yo, todos esos minutos que nos mirábamos para después continuar con besos, esos sitios que visitábamos para probar las maravillosas delicatessen que allí se vendían, esos momentos donde juntos podíamos superar cualquier cosa. Gracias a ella toda aquella sombra y niebla, se disipo dejando un resplandor de luz brillante, que ya no recordaba ni que era el sol, la brisa gélida que asolaba en lo alto de donde yo me escondí paro para volverse un viento sumamente cálido, un verano en pleno diciembre.

Así fue como este joven reconstruyo poco a poco todosu corazón destrozado por su mera culpa, gracias a la chica que amaba, la cualsin decir nada tenia mas fracturas que este joven, que, al darse cuenta detodo, prometió reparar cada fractura que tuviera en su delicado corazón, ademásde cuidarla y amarla para el resto de su vida.    

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