Entre Relatos

Apostando por la felicidad

En aquel momento no sabía qué hacer... yo creo que esta era la mejor decisión que podía tomar..., lo he perdido todo, no sé qué hacer, toda mi vida tirada por el retrete, todo lo que yo quería la basura, solo quería algo de respeto, y ahora ni respeto ni nada. Me lo advirtieron pero no hice caso... porque tendré que ir de listo. Si pudiera volvería atrás y cambiaria lo sucedido, pero ¿Cómo? No se puede viajar en el tiempo. Bueno me habían hablado, de un proyecto algo peligroso, que podía mandar mi mente atreves del tiempo y espacio, a mi otro ser pasado, la verdad es que me ahorraría muchos problemas, cambiaria todo. Pero no creo que se la mejor decisión si sale mal algo moriría, aunque mejor que lo que tengo ahora podría ser, porque ni si quiera sé si lo puedo llamar vida.

Me dijeron que el dinero me daría todo lo que quiero, incluido sentimientos como el amor y la felicidad. Pero apostar todo mi dinero a un caballo era tontería, ya que, hay posibilidades de perder todo, así que lo que hice fue coger mi dinero, y repartirlo en partes iguales, para apostar a cada caballo, un poco de mi escasa fortuna, pero había un problema ese día pasaron el recibo del agua, la luz, el gas, y como no, la hipoteca, andaba algo escaso de dinero asique deje a un caballo sin apostar....

Ahora me pilláis empeñando mi móvil, y el reloj que me dejo mi difunto abuelo para poder llevarme algo de comer a la boca, lo único bueno que podría decir de esta situación es que, al no tener dinero, no me preocupa llegar a fin de mes, no tengo que preocuparme por madrugar, por pagar facturas, y ahora como soy pobre, todo lo que me compro son caprichos, aunque eso si..., baratos. Las personas que me dejan dinero encima de mi gorra solo me dan las monedas extraviadas por la cartera, esas de color marrón y que nadie quiere usar pero tampoco tirar. Les compadezco se les ve estresados, yo tendré mal aspecto, pero ahora puedo decir sin miedo a equivocarme, que el dinero no da la felicidad, si no, que más bien te quita la libertad, entre trabaja, ahorrar y pagar, casi ni tiempo para dormir.