13.

143 22 11
                                    


           Chase se recostó en su cama aquella noche, había notado a Savannah más distante pero entre clases no pudo preguntarle que le pasaba y eso le preocupaba. Llevaba días pensando en todo, el embarazo, su relación con ella. Aquello le recordaba que no le había pedido nada oficialmente y era algo que lo hacía sonreír por la ironía de la situación. Pensaba enviarle un mensaje cuando tocaron su puerta, seguramente era Brandon que había olvidado su llave. Pero no, era Tom. El de ojos azules no estaba con muchos ánimos así que fue directo.

           — ¿Qué quieres, Tom? —se dio vuelta para volver a su cama, dejándole la puerta abierta.

           —Quería pedirte disculpas por todo lo que sucedió —musitó el menor, cerrando la puerta tras él antes de sentarse en la cama de Brandon—. Dejé que los celos me controlaran pero ya no pasará, ¿qué dices?

          Chase sólo lo miraba, escuchándolo con atención. Se tomó unos segundo para pensárselo, era su mejor amigo desde un par de años atrás, como su hermano menor, no dejaría que todo se arruinara por una chica. Además, sus disculpas parecían sinceras, esperaba no arrepentirse.

           —De acuerdo, acepto tus disculpas —le dedicó una sonrisa, antes de que ambos se abrazaran.

           —Cuentas conmigo, lo sabes.

           — ¿Qué tal si llamamos a los chicos para ensayar? —sugirió Chase luego de romper el contacto, tomando su teléfono.

           Después de la afirmativa de Tom envió un mensaje a sus compañeros de grupo para reunirse en el auditorio que estaba vacío y con permiso de la directora podían usarlo para sus ensayos. Todos juntos pasaron un momento como los de antes, sin peleas, sin tensiones o discusiones, sólo ellos y su música, mejorando su carrera hasta que estuvieron agotados, entre bromas volvieron a sus habitaciones.

           Cuando el inglés estuvo en su cama aun no dejaba de pensar en la castaña, decidió enviarle un mensaje.

           "¿Estás bien? Estabas distante hoy".

           "Estoy bien, gracias por preocuparte. Hablé con Evelyn..."

           "¿Te hizo algo? ¿Qué te dijo?"

           "No, sólo me dijo que te quiere a ti, en pocas palabras. Tengo miedo".

           "Todo va a estar bien, ¿sí? Te quiero, no te voy a dejar sola".

           "También te quiero, lamento todo los que pasó"

           "Está todo bien, preciosa. Anda a dormir, buenas noches".

           Tras aquella pequeña conversación cada uno en su habitación se dedicó a dormir con la esperanza de que todo saliera bien, esperando que no hubiese más problemas. Pero algo es lo que se espera, otra cosa es lo que pueda pasar.

***

           Aquella mañana fue Lilly quien se encargó de despertar a su compañera para ir a clases, Savannah se sentía mucho mejor, más descansada y eso se podía ver en su rostro, las ojeras ya casi eran imperceptibles. Se vistieron entre charlas casuales, sin incluir el tema del embarazo, ya todos tenían mucho en la cabeza con respecto a eso así que decidieron dejarlo a un lado por un momento. Sin embargo, cuando salían del edificio a Lilly le picó la curiosidad y no pudo evitar cuestionar.

           — ¿Pasó algo ayer? Todos te notamos extraña.

           —Hablé con Evelyn. Dijo que sabía del embarazo, que quiere a Chase y que no nos conviene estar de malas con ella —explicó la castaña en un murmullo seguido de un suspiro.

Pase lo que pase.  [COMPLETA] #PGP2018Where stories live. Discover now