Liam se agachó frente al retrete y su estómago comenzó a devolver todo lo que había comido en el día. Tremendas arcadas lo atacaron, mientras seguía hechando. El ácido quemaba en su garganta, sus ojos comenzaron a soltar las lágrimas acumuladas y no pudo evitar sollozar, angustiado. Odiaba vomitar.
Intentó ponerse en pie, fallando en el intento y cayendo de bruces al suelo. A su cuerpo no le quedaban fuerzas, casi ni para llorar.
— Liam necesito que- ¿Liam? ¿Qué te ocurre? —la voz de Zayn sonó detrás suyo.
El castaño giró la cabeza en su dirección, mirándolo mientras su labio inferior temblaba a causa del reciente llanto. Zayn frunció el ceño, pero no se movió para intentar ayudarlo, esperó a que Liam contestara.
— Ayúdame a levantarme, por favor —murmuró, muy bajito. Zayn se acercó a él y lo levantó en un ágil movimiento. Cuando estuvo de pies, Liam fue hacía el lavabo para enjuagarse la boca y comprobar que tan mal se veía en el espejo. Encontró la mirada de Zayn a través de este, inexpresivo.
— ¿Entonces hoy no podremos follar? —preguntó el moreno molesto. Liam lo miró perplejo.
¿Pero es qué acaso estaba loco? Veía como vomitaba, apenas sin fuerza para levantarse... ¿y tenía los santos cojones de reclamarle por sexo? ¿Zayn estaba en sus cabales realmente?
— ¿En serio, Zayn? —cuestionó Liam. Negó con la cabeza decepcionado y salió del baño.
Las ganas de lloras volvieron a su organismo. No podía creer la insensibilidad de Zayn. No podía. Algo tenía que ocurrir en su mente, él no era así. ¡No es el Zayn del que se enamoró! Cada día era peor, lo único que le pedía era sexo, a todas horas.
Entonces, sintió como le tomaba de las caderas y lo aplastaba contra la pared. Sus labios fueron atacados por los del moreno, en un fogoso beso. Pero Liam no le correspondió, al contrario, intentó apartarlo.
Zayn gruñó, despegando sus labios pero no sus cuerpos. Liam respiraba agitado mientras su novio le miraba con intensidad.
— ¿Por qué no quieres que te folle? —preguntó, sin pestañear. Liam frunció los labios, en una fina línea.
— Acabas de ver como estoy, ¿En serio piensas que tengo fuerzas para tener relaciones ahora, Zayn? —reprochó el castaño. Empujándolo.
Pero Zayn volvió a tomarlo de las caderas.
— Me gusta cuando te haces el difícil, Liam —susurró, mordiendo el lóbulo de su oreja. Bajó sus labios hasta el cuello y allí comenzó a morder y chupar, marcando a Liam.
— ¡No, Zayn! ¡Ahora no! —exclamó el castaño, harto de su comportamiento anormal.
Lo empujó, sacando todas las fuerzas que tenía para apartarlo, porque Zayn era mucho más fuerte. Pero consiguió alejarlo, para su suerte.
Zayn lo miró con los puños apretados a cada lado de su cuerpo. Se contuvo para no pegar a Liam, de verdad que lo hizo. Pero no aguantó. Estampó su puño en la mandíbula del castaño provocando que cayese de culo al suelo del apartamento.
Los sollozos de Liam invadieron el lugar y Zayn salió de allí en un abrir y cerrar de ojos.
Lo había golpeado, de nuevo.
Liam lloraba locamente. Sin control alguno, estuvo más de diez minutos con el fuerte llanto hasta que consiguió calmarse. Entonces observó su celular, gateó hacía él y consiguió desbloquearlo con las pocas fuerzas que le quedaban. Pensó en marcar a Louis, pero su cabeza comenzó a dar vueltas y sin querer, su dedo apretó al contacto de un rizoso de ojos verdes. Harry.
Se escucharon varios pitidos hasta que la ronca voz del rizado sonó.
— ¿Liam?
Pero no contestó. Su cabeza cayó con un ruido sordo sobre el suelo de madera.
— ¿Liam? ¿Estás ahí? ¿Liam, me oyes? —Harry comenzó, y se asustó cuando no escuchó nada— ¡Joder!
Minutos después, el rizado entró al apartamento del castaño y cuando lo vio tirado en el suelo, no tardó en agacharse a su lado.
— ¡Liam! ¡Despierta! —comenzó golpeando levemente sus mejillas, pero no reaccionaba.
Entonces lo tomó en brazos, y lo llevó hasta su habitación, tumbándolo sobre el colchón. Segundos después, Liam comenzó a despertar. Sus ojos trataron de enfocar, pero un fuerte dolor de cabeza lo obligó a cerrar los ojos de nuevo, gimiendo suavemente por el dolor.
— Dios, Liam —Harry acarició su mejilla— Menos mal que despertaste, pequeño.
Liam volvió a abrir los ojos y lo miró.
— ¿Harry? ¿Q-qué haces aquí? —intentó incorposarse y levantarse de la cama, pero en un descuido, su cuerpo le falló y Harry lo sostuvo por la cintura para que no cayese.
— Ten cuidado, Liam. Estás muy débil —susurró el rizado, con la voz más ronca de lo normal.
La respiración de Liam se atascó en su garganta, estaba tan cerca del rizado que apenas podía pensar con claridad. Sus labios casi podía rozarse y era una verdadera tentación para Harry tener sus carnosos y rosas labios tan cerca. Siempre había querido probarlos, y esta era su oportunidad.
Pero no lo hizo. Liam estaba débil y no se aprovecharía de ello.
Lo recostó sobre la cama y lo tapó con las mantas— Duermete, pequeño. Te traeré una pastilla para que no te duela. Estaré aquí para cuando despiertes, bonito.
Liam abrió la boca para decir algo pero la boca de Harry sobre la suya se lo impidió. Fue un beso corto pero tierno. Los labios de Liam se quedaron estáticos, al igual que sus ojos. Su cara comenzó a enrojecer y en el momento se sintió muy mal, porque era el primer beso real que recibía en mucho tiempo.
Harry ladeó una sonrisa y se levantó de su cama. Lo miró por ultima vez antes de cerrar la puerta y dejarlo solo en aquella habitación.
Liam se llevó las manos a la cara y suspiró pesadamente.
¿Por qué le tenía que pasar esto a él? ¿Por qué Zayn tendría que comportarse así? ¿Por qué Harry era tan bueno y tierno con él? ¿Por qué estaba tan confundido?
Miles de preguntas y ninguna respuesta.
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Subí :3
Solo os diré que sufrireis con esta historia :)
Cjau❤