¿Quieres jugar? Juguemos.

Capitulo 26: Un golpe, un beso 1era parte

Capitulo 26: Un golpe, un beso 1era parte

N.Calem

Lucía estaba a espaldas de mi, mientras yo aún le abrochaba la cadena de oro blanco con el dijen de un balón de fútbol americano que le obsequeé, ella y yo solíamos jugar todos los día fútbol americano, y cuando vi ese collar, supe que era el indicado tanto para ella como para mi.

Ella giró sobre sus talones para observarme con ojos llorosos, la miré asombrado, ella lloraría? cuando iba a hablar ella me abrazó tan fuerte que no pude emitir palabra alguna, un sollozo se hizo escuchar por parte de ella

-Estás llorando?- dije tratando de apartarme

-No te quites!- espetó casi en un grito

-Estas llorando- reí 

-No te burles, idiota- me ofendió

-Ey, tu nunca lloras en frente de nadie, porqué lo haces conmigo?

-Porque te extrañé mucho, demasiado- dijo

-Tal vez no hubiera pasado, si no me hubieras abandonado- dije con melancolía

-Quería darte tu espacio, no alejarme de ti, imbécil

-Créeme me diste espacio, te alejaste años!- reí

-Deja de reírte enserio

-Esta bien, pero porque no te separas, y te acompaño al baño

-Ni se te ocurra Calem- amenazó

-La gran lucía amenazando, eso es algo nuevo- ironizé

-Soy un ángel

-Si claro, un ángel, te rompe el brazo?- pregunté irónico

-Tenía 5 años!- se defendió

-Y yo 7 y así me rompiste mi pobre brazo!

-No me quisiste dar helado!- hizo un puchero

-Tenía nuez! y eres alégica, si quería ahogarte me lo hubieras dicho y no lo hubiera dudado!- me burlé, a lo que ella me golpeó con el brazo 

-Como sea, fue divertido- rió

-Para mi no, engendra del demonio

-Eres tan tierno, sabes que eso es un alago para mi- explicó

suspiré, ella nunca cambiará

-Vamos, te acompañaré al baño

-No te separarás!- ordenó

-Pretendes que te acompañe así abrazado así contigo, al baño?- insinué atónito

-Eres un genio, ahora camina y deja de joder quieres?

-Lo que quieras, lulú, lo que quieras- me di por vencido

Y así caminamos, abrazados hasta el puto baño

N. Lucas

Llevo 10 minutos buscando a Lucía y  no la he visto por ningún lado, y eso me tiene con los nervios de punta y...

observé como salía del baño y una sonrisa de satisfacción se dibujó en mi rostro, la cual fue borrada de inmediato al ver como Straud salia igual de este, noté como estaban hablando y riendo a la vez, en ese momento me hirvió la sangre y apreté los puños, y al observarlo noté que mis nudillos estaban blancos por la presió, y no lo dudé dos veces, y me acerqué y oculté en un lugar donde ellos no me pudieras ver