Capitulo 38: Promesas rotas

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N.Mack


La había cagado por completo, sus ojos me miraron con furia, decepción, no toleraba lo que estaba ocurriendo en este momento, pero yo me lo había buscado yo la había cagado.

Había roto mi promesa, había prometido estar con el, había dicho que no lo dejaría, que siempre lo querría, y lo primero que hago es romper sus ilusiones de la forma más cruel, me sentía miserable, no sabía que hacer en esos momentos, las lágrimas se salían por si solas, el cuerpo me dolía horrores pero ese dolor no se comparaba con el que estaba sintiendo en el pecho, es un dolor que no se lo deseas a nadie, sientes que algo falta, sientes que algo se quebró...

Sientes que todo acabó.


-Agradezco- Dijo el- Haberme enterado a tiempo de tu jueguito, porque eso fue lo que siempre fui para ti, un simple y estúpido juego- Me observó detenidamente con los ojos enrojecidos- Que Imbécil fui al pensar que tu verdaderamente me querías, o peor aún que sentías algo más fuerte de lo que yo sentía.


No sabía que decir, sentía como mis palabras querían salir y decir que no era cierto, que si quería estar con el, que al principio si todo era para hacerlo sufrir, pero todo había cambiado, lo amaba, más que nunca, quería decirle que me perdonara, que hiciéramos como que esto nunca pasó y que estuviéramos juntos...


Pero de mi boca no salió ni una sola palabra, solo me quedé callada, como una cobarde.


-Creo que es hora de irme- Dijo Lucy de una manera cautelosa- Ustedes necesitan hablar bien de esto.


-Y tu también lo sabías.- Replicó Calem a Lucy- Claro, pero que idiota fui, si eres su maldita mejor amiga, claro que tenías que saber que esa...- Me señaló con una mirada asco- Solo quería joderme.


Lucy intentaba hacerlo entrar en razón, los dos empezaron a gritarse, Lucy intentando que el le creyera, que yo si lo amaba, y el contradiciendo cada una de sus palabras.


Pero mi mente no estaba para esto, me sumergí en mi cabeza donde solo escuchaba silencio...


No sentía nada, me había dado cuenta de todo cuando Calem abandonó la habitación con un fuerte portazo.


Ahí sentí como el aire abandonaba mis pulmones, como sentía que algo había dejado, pero a la vez no sentía nada.

Porque estaba rota.

N. Calem


Sentí mis pulmones quedar sin aire, sentía como el corazón latía con rapidez, la garganta estaba completamente seca, los ojos los tenía llorosos de la impotencia, sentía que el mundo se caía en pedazos y no tenía donde apoyarme, no tenía ni idea de que hacer en estos momentos, nadie te prepara en la vida para este tipo de situaciones, menos cuando la persona de la que te has enamorado de decepciona de estar forma, de esta magnitud, de esta forma tan cruel que sientes que tu ser se ha ido al carajo, sientes un vacío en el pecho, siente como la respiración se acelera buscando un poco de aire para llenar lo que ya se te fue arrebatado.


Caminé y caminé, no quería ver hacia atrás solo quería irme de ese lugar que me provocaba tanto asco porque ella estaba aquí, ella estaba a unos metros mientras yo huía pero no podía más, quería explotar, quería colapsar...

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