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Capitulo 24: Lo vales para mi

Capitulo 24: Lo vales para mi

N.Mack

Esto tenía que ser una maldita y muy mala broma, la tía de calem en realidad es su madre o es tu tía o su madre la verdad es que esta mierda parece una puta telenovela todo esto es una putera, estaba sin habla no sabía qué hacer jennifer me miraba como si esperara una respuesta o un sermón de mi parte, pero en cambio yo simplemente estaba en shock

- si bien no me dirás nada no me reprochas? por favor no te quedes callada- dijo nerviosa

- qué quiere que le diga?  no puedo juzgarla por algo que pasó hace años y que fue su decisión, pero tampoco entiendo el porqué me contó esto, quiere acaso que le diga a calem?- pregunté

Ella me observó horrorizada por mi pregunta

-Jamás, el no puede saber que su verdadera madre está viva- dijo con tristeza

-Pero es que usted no lo entiende?- ella me observó con interrogación

- cómo es posible que usted le niegue la posibilidad a su propio hijo que disfrute su madre y también era la posibilidad al hombre al que ama poder quererla y amarla y verla como la última vez que la vio entienda el dolor que le causa tanto a su hijo como el hombre que quiere, incluyendo el dolor físico que obtiene por parte de su esposo - espeté con cólera

se que le dije que no la juzgaría, pero en solo pensar a calem sufriendo por alguien que no se lo merecé, me provoca un dolor en el pecho que no puedo soportar

-Pero....

-Pero nada- le corté, me levanté de mi asiento y antes de irme le contesté

-Si es usted madre, compórtese como tal- dije con irritación para partir fuera de ahí

En todo el trayecto hasta mi hogar, no dejaba de pensar en sus palabras.. ella era la madre calem ella era la que verdaderamente dió a luz a ese hombre que me vuelve loca tanto positiva como negativamente, esto es una mierda.

N.Calem

Muy bien, hoy era el día, este claramente no era como todos, era especial por así pensarlo, hoy 23 de diciembre, ya estábamos prácticamente en navidad, y el frió mataba a cualquiera, estábamos a 4° pero aún así no había nevado esta semana, pero como si este día hubiera sido especialmente para mi nostalgia, el cielo estaba completamente nublado, y eso era indicios de una llovizna o nevada, simplemente perfecto

Me observé en el espejo, y casi no me reconocí, detesto el negro pero hoy ese era mi color estaba bien abrigado con una chaqueta de este color una bufanda igual y hasta guantes, odio el frió y más la nieve, me da nauseas

bajé las grandes escaleras de la casa, toda esta se encontraba en absoluto y sepulcral silencio, no había ni una sola cortina corrida, eso también significaba que estaba oscura y cualquier persona que no la conociera, diría que está abandonada, claro si no se notara los lujos y la limpieza extrema

Al salir, sentí el frió azotarme sin mi consentimiento o pudor alguno, delante de mi había una limusina larga y negra, afuera de este me esperaba el chofer apoyado y frotándose las manos para emitir calor, no lo pensé dos veces y me encaminé hasta el auto, le hice una seña al hombre de buenos días, y me introduje al auto, odio las formalidades de hombres ricos que esperan que alguien le habrán la puerta, tengo manos no? creo que puedo con un insignificante puerta

Al estar dentro, el chofer no esperó dos veces para encender y disponer en camino al auto, y se lo que piensan o deducen, voy solo.

Mi padre no quiere saber nada de la mujer cobarde que fue capas de quitarse la vida por el simple echo del sexo, y créanme lo sé porque ese hombre que es mi primogénito me culpó de su muerte, me dijo que después de mi nacimiento, ese amor mutuo se rompió y que no había más culpables que yo