Capítulo 24

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- Por... que, porque trataste de quemar esa hoja - menciono un poco más calmada.

Rose: No fui yo fue mi madre, yo fui la que te la envió, se la quité de las manos y te la mande.

-¿Por qué? Tú me odias, porque crees que soy el único motivo por el que supuestamente mamá tenía amarrado a Thomas, porque era la única que lograba que se reconciliasen - bajo mi cabeza.

Rose: Cariño no te odio, eres como la hija que nunca tuve y no podía con la culpa, princesa - Toma mi rostro y lo alza un poco para que le mire fijamente - quería que supieras la verdad.

Me distancio de ella, mi cabeza da vueltas, tengo mucha, mucha información no puedo con esta carga, aún sigo preguntándome que hago aquí viva.

Rose: Adiós Sam, mi hermosa Samantha.

Cierra la puerta, antes que caiga al piso Mike me sostiene, me vuelve a cargar y me lleva a el cómodo mueble.

No siento ni rabia, ni rencor, no estoy triste, mucho menos feliz, siento esa presión en el pecho.

Me siento vacía, sola... de nuevo.

- Gracias, por no irte y no dejarme sola - Sorbo mi nariz - eres el mejor amigo que alguien puede tener.

(...)

Ashley: No te ahogues sola para eso estamos nosotros - Me abraza, puedo sentir su respiración, su dulce aroma y su voz diciéndome - Estoy aquí contigo.

- Mamá, ¿para dónde vas?

Ashley: Acompáñame.

-¿Dónde está papá?

Ashley: Hija vamos a ir donde está él.

Llegamos a la azotea, su vista es totalmente hermosa, hoy es un día perfecto para salir a caminar.

Sus ojos brillan, al observar cómo la gente ríe, los pájaros cantan y los niños juegan, lo que hace que en su rostro se dibuje una sonrisa encantadora. Yo por mi parte no puedo parar de mirarla ella es tan hermosa, esa piel canela, esos ojos cafés.

Esta vez estoy muy agradecida con la vida porque todo eso de la muerte de ellos fue una pesadilla, pero a Mike, Jacke y Melissa... Los extraño, aunque por fin puedo decirle al mundo estoy feliz, porque esta vez todo está bien.

-¿No pues que iríamos donde papá?

Ashley: Si, solo que tenemos que saltar.

-¡No mamá! Ya no lo quiero hacer, quiero vivir a pesar de todo.

Ashley: Me alegra que tengas fuerza de voluntad - en su rostro se curvea una triste sonrisa - tu padre me espera allá - señala el vacío - tengo que ir.

- M-mamá.

Ashley: Perdóname - me abraza y llora en mi hombro.

- No tengo nada que perdonarte, pero si acaso necesitas mi respuesta para estar tranquila entonces te perdono; aunque la que me debería perdonar eres tú porque como tu dijiste muchas veces, la vida es injusta, pero a pesar de todo tú fuiste muy fuerte, aguantaste mucho dolor por mí y recuerda cómo te pague.

Ashley: No llores mi niña ya todo pasará - pasa su mano por mi cabeza dándome leves masajes - Samantha tú fuiste mi motivo para vivir no sé qué hubiera hecho si no hubieras existido porque muchas veces quise morir, pero allí estabas tú dándome un abrazo con esos pequeños brazos.

La abrazo más fuerte como si fuera la última vez que la abrazaría y lastimosamente lo era, ella se iba a lanzar al vacío.

Ashley: No volveré a meterme en tus sueños, no quiero hacerte daño, tampoco molestarte.

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