Capítulo 1

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- Bueno, desde ese día me corto, ¡Qué, ¿Las 12:00?! - dejo a mi gata en el piso, me voy a mi habitación y cojo mi mochila - no puedo llegar tarde el primer día... ah, me quede pensando en eso otra vez, bueno por suerte ya tengo el uniforme puesto.

Me despido de luna y salgo corriendo, mientras caminaba podía notar como todo el instituto me miraba como bicho raro, pero no me afecto mucho ya que le conté a Eileen y conociéndola lo más seguro es que le haya contado a todo el mundo. Caminando por el pasillo me encontré con mis amigas Eileen y Christine.

Eileen: Hola Sam, que bueno verte.

Christine: también me alegra verte - No se le nota ya que pone cara de disgusto - Ya Eileen me contó, debes estar muy mal.

Solo aparte mi vista de ellas, no saben cuánto me duele esto.

Eileen: Sam perdónanos por habértelo recordado.

Christine: Me imagino que te pone muy mal.

- Si - susurre, tratando de aguantar las ganas de llorar, el accidente ocurrió hace poco.

Eileen: Christine, Sam, imagínense lo que me paso....

No preste atención a Eileen, de solo pensar en mis padres, aquellos recuerdos de esas palabras me perturban.

Como era el primer día, la consejera nos hace saber las normas del instituto como es debido todos los años; además nos dijo cuál era nuestro nuevo salón de clases; a continuación, todos nos dirigimos al nuevo salón y me dispuse a buscar un nuevo lugar, me decido sentar en toda la esquina del salón donde usualmente nadie se sienta.

Al parecer llego alguien nuevo, trato de no prestarle mucha atención.

Suena el timbre y me dispongo a salir del salón, sin esperar a Eileen ni a Christine, para ir al baño, encerrarme y cortarme una vez más, pero mientras iba hacia allí unos gritos me toman por sorpresa.

???: ¡Sam, Sam!

Me voltee para ver quién era.

Christine: ¿Porque nos dejaste solas?

Eileen: no importa, vamos a la cafetería.

Nos dirigimos a la cafetería y comimos, en verdad no tenía hambre, pero ellas me convencieron, prácticamente son mi apoyo ahora.

Después del receso, entramos a clase de matemáticas.

Christine: Eileen, Sam, ¿si vieron al chico nuevo? esta guapísimo.

Eileen: A mí no me parece solo tiene unos ojos lindos y ya.

Christine: No solamente son sus ojos, para mi esta hermoso, hasta más que el propio Andrew.

Eileen: De que hablas, Andrew es precioso, nadie le gana.

Christine: ¿Entonces quién es más lindo Andrew o Mike?

Eileen: Pues obvio que Andrew.

Christine: y tú qué piensas Sam.

-¿ah?

Christine: Otra vez distraída.

En este momento no me importa nada, ni siquiera mi propia vida, solo me pregunto a mí misma porque nací y que función tengo en este mundo, es absurdo que alguien como yo haya nacido, torpe, inútil, ignorante, incapaz... no sé por qué no he muerto en este momento, a veces quisiera que un carro me pisara, que una bala me traspasara.

Sacudo mi cabeza confundida y comienzo a comer mi manzana, siento una mirada sobre mí, miro y le veo, rápidamente él aparta su mirada.

Miro al lado contrario cuando escucho a Christine gritando como loca.

• Mirada Rota • [Reescribiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora