CAPÍTULO 34

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Narra Dulce

El aire se sentía frio y un silencio desolador envolvía mi alrededor, ninguno de los dos había dicho nada desde que habiamos partido de la pista, y la verdad no habia nada mas que decir que la verdad que ya sabiamos pero que esperabamos decirnos cuando llegasemos a nuestro destino...
empecé a arrugar un volante de propaganda que me habian dado al salir de las pistas, hasta el momento de hacerlo un pequeño ovillo, y él lo notó, ya que por un momento apartó la mirada del camino y miro a mis manos levantando las cejas en expresion incrédula...

Pipe: ya vamos a llegar... no es necesario que el papel sufra esa tortura -dijo tratando de aplacar la tensión, durante el tiempo que estubimos juntos aprendí perfectamente cuando su rostro estaba tenzo o cuando soltaba un comentario solo para hacer tema-

Dulce: -soltando el papel, dejandolo caer sobre mi falda- lo he hecho sin pensar...

Pipe: muchas cosas de las que hacemos es sin pensar ¿verdad?... -mirando el camino-

Dulce: demasiadas...

de nuevo se hizo el silencio, y si nos quedamos hasta que el ferrari azul de Pipe se parqueó en la puerta de "la henoteca", uno de los resturantes más elegantes de la ciudad.

Dulce: ¿que hacemos acá?... -mientras Pipe apagaba el motor del carro-

Pipe: -encogiendose de hombros- tengo hambre y este es el unico lugar en el que se puede comer y hablar con tranquilidad... -me miró y sonrió- en fin Dul, yo creo que acá podemos tener por lo menos una linda despedida... ¿no crees?

asentí con la cabeza, no sabía que decir, mientras él salía del carro por la puerta del conductor y le decía al mozo del parqueadero que le permitiera a él abrirme la puerta.

Dulce: no estoy con la ropa indicada para estar acá... -dije viendo los atuendos elegantes de las personas que llegaban al restaurante-

Pipe: ni yo hermosa... -traía puestos un jean, una camiseta blanca y una chaqueta marrón de cuero- pero bueno -ahora murmurandome al oido- llegando en un ferrari nadie te critica la pinta...

rió, y por un momento se fue la expresion seria de su rostro, aquella expresión que había tenido todo el día y que había notado desde el momento en que entré al garage luego de alejarme del lugar donde habia estado con Chris...

Pipe: lo que es el poder de los carros... -agregó, para luego brindarme el gancho de su brazo, del cual me agarré casi que instintivamente-

entramos al restaurante y, como si fuesemos un payaso en un museo de arte, todos voltearon a vernos... me sentí como en una rara exhibicion, como si en ese lugar estubiesen todas aquellas personas que en alguna ocasión me hubiesen visto con chris en una situación compremetedora y ahora me estubiesen reprochando al verme del brazo de otro hombre...
que extraño... ¿a caso la teoría no era al revés?... ¿Que debia de sentirme apenada por sentir como si todas las personas que me hubiesen visto con Pipe me viesen en otra ocasion con Chris...? ah ya! que raro es todo...
se nos acercó el encargado de asignar las mesas y nos miró de arriba a abajo...

Encargado: ¿en que puedo servirles?

Pipe: se le agradeceria una mesa...

Encargado: estamos llenos... ¿tiene reservación?

Pipe: dile a Martín que acaba de llegar Felipe Ortiz... y ya luego me dices si necesito reservación... ¿listo?...

un buen uso del apellido... una técnica que al parecer tanto Chris como Pipe solían usar muy rara vez, y sin lugar a dudas este era uno de esos momentos que rara vez sucedian en los que tenía que usar su apellido...
el encargado se apartó un momento, y una sonrisa se esbozó en el rostro de Pipe al ver como el encargado regresaba acompañado por un hombre entrado en años y bastante bien arreglado, que supuse, acertadamente, se trataba de Martín...

Ella y Yo ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora