Capítulo 45

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CAPITULO SUBIDO DE TONO, LEE A TU PROPIO RIESGO

______ se concentró en sentir los brazos de Zayn a su alrededor, en la forma tierna y protectora con que la sujetaba. En aquel momento no importaba nada salvo lo que estaban compartiendo, y para demostrarlo, lo besó apasionadamente, arrancándole un gemido tan masculino y sensual que intensificó el beso sólo para volver a oírlo.
Y él no la decepcionó.

Sin lugar a dudas, aquello era lo que necesitaba. Necesitaba la fuerza y la pasión de Zayn, la manera en que se sentía cuando la abrazaba. Se apretó contra él y le deslizó una mano por debajo de la camisa para acariciarle el pecho y el estómago.
Zayn se apartó un poco la camisa y volvió a abrazarla.

—Tu mano...

—No me duele.

______ se arqueó contra él, lo hizo tumbarse para poder acostarse encima y empezó a desabotonarle los vaqueros.

—No soy frágil —dijo—. No me voy a romper.

Con un nuevo gemido, Zayn la tomó de las muñecas y le echó los brazos hacia atrás, teniendo especial cuidado con la mano herida.

—Espera un momento, ______. No puedo pensar cuando me...

—No quiero que pienses.

Ella forcejeó hasta que la soltó.

—Ten cuidado —insistió él.

—¿No me has oído? No me voy a romper. Te lo prometo.

_______ echó la cabeza hacia atrás. Sabía que tenía los ojos llenos de orgullo y el corazón dolorido por lo que había pasado aquella noche, pero tenía que hacer el amor con Zayn. Sabía que podía estar alterada por la necesidad, perturbada por su falta de modestia, pero no lo estaba.

—Si no me deseas, basta con que lo digas.

Ella miró con incredulidad.

—¿Bromeas?

Zayn la recorrió con la mirada y descendió lentamente sobre ella, cubriéndola con su cuerpo, separándole las piernas para colocarse encima. La tomó de la cara, la besó con pasión y se apretó contra ella para que sintiera lo excitado que estaba.

—¿Notas eso? —le susurró en los labios—. Siente lo mucho que te deseo.

_______ arqueó la espalda para sentirlo más.

—¿Tienes un preservativo?

Él alargó una mano, abrió un cajón de la mesita y sacó uno. Mientras ella lo miraba con ansiedad, tiró las toallas al suelo, se puso en pie y se quitó los vaqueros. Era tan atractivo que ________ no podía quitarle los ojos de encima, volvió a acostarse junto a ella y empezó a besarle los senos.

—Eres tan hermosa, ________...

—No tanto como tú.

La virilidad de su desnudez hacía que le costara respirar y que quisiera probarlo.
Él soltó una carcajada.

—El cuerpo femenino es mucho más bonito. Hay mucho más para mirar —afirmó, acariciándole los pezones—. Mucho más para tocar.

Ella sintió las caricias, los dedos, la boca que se deslizaba hacia su centro. Se estaba derritiendo, deshaciéndose de placer. Zayn le lamió un pezón y levantó la vista para verlo endurecerse. Lo hizo una y otra vez antes de introducírselo en la boca.
________ no pudo evitar gemir y empujarse contra él. Mientras se dedicaba al otro seno, Zayn le deslizó una mano hasta el pubis, y ella se estremeció con anticipación.
Él siguió bajando la mano, aunque no lo suficiente.

—Zayn...

________ le rodeó la erección con los dedos, y se excitó aún más al oírlo gemir complacido. Entonces él volvió a besarla, a devorarle la boca.
Pero seguía sin entrar en ella; seguía conteniéndose.

—No pares, por favor—le suplicó ______.

—Tranquila, mi vida.

Zayn le puso una mano en la rodilla, instándola a separar más las piernas, y luego descendió para hundirle la cabeza entre los muslos y hacerla esclava de su lengua. Ella lo tomó del pelo y gimió complacida. Los sonidos que surgían de su garganta la habrían impresionado por su desenfreno de haber podido pensar, pero no podía; sólo podía reaccionar.

Cuando alcanzó el clímax se sintió arrasada por el placer. No podía dejar de jadear; tenía la piel empapada de sudor y el pelo revuelto. Estaba hecha un desastre, y le encantaba.

Zayn se incorporó y, mirándola a los ojos, se puso el preservativo. Ella lo observó, incapaz de apartar la vista de aquellas manos que se deslizaban por la erección más impresionante que había visto en su vida. Creyó que era demasiado para ella después del orgasmo, pero él se introdujo en su interior y la convenció de que estaba equivocada.

Con los ojos cerrados y la cara transfigurada por el placer, Zayn la tomó de las caderas y empezó a moverla. ________ gimió el nombre de su amante y se aferró a él, sintiendo que jamás había experimentado algo tan intenso, tan conmovedor, en su vida.
Él siguió balanceando la pelvis, haciéndola temblar con cada movimiento. Entregada al momento, a él, se esforzó por mantener los ojos abiertos, pero no podía.
Estimulado por los gemidos de ________ y llevado por su propia necesidad, Zayn aumentó gradualmente la velocidad hasta arrastrarla a un segundo orgasmo. Mientras ella se estremecía de placer, Zayn gimió su nombre y la siguió hasta el abismo del éxtasis.  

Seduceme |Zayn Malik y tu| TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora