Capítulo 43

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  Cuando los dos camiones de bomberos llegaron al aparcamiento ya no se podía hacer mucho por el viejo edificio. ________ contempló el fuego, impávida; sólo sus ojos revelaban sus emociones, y Zayn se sintió más impotente que nunca viéndola mirar cómo su vida se hacía humo. No podía soportar que sufriera una nueva pérdida; ya había sufrido demasiadas. Quería dárselo todo; quería comprarle la luna, con tal de borrar la desolación que reflejaban sus ojos. Sin embargo, no podía reparar la situación ni devolverle lo que había perdido.

Trató de convencerla de que volviera a sentarse y al tomarla de la mano frunció el ceño. A pesar de la oscuridad, vio que tenía los dedos ensangrentados y sintió que se le paraba el corazón.

—________, abre la mano.

Ella lo hizo y soltó un grito ahogado de dolor. Tenía un corte en la palma; probablemente se le había clavado un cristal al salir de la cocina.
Zayn se la examinó con detenimiento y suspiró aliviado al comprobar que no tenía astillas.

—Está limpia —dijo, quitándose la camisa para hacerle un torniquete.

Los bomberos habían apagado el fuego casi con la misma velocidad con la que se había iniciado. Entonces comenzaron las preguntas. ________ les dijo todo lo que podía con un tono tan monocorde y un gesto tan indescifrable que Zayn se estremeció y pensó que estaba demasiado serena.

—¿Se ha perdido todo? —preguntó ella—. ¿No se puede salvar nada?

—Habrá que ver qué opina el inspector —le contestó un bombero—. Pero parece que se ha dañado la estructura central.

Ella asintió, inexpresiva; y Zayn se angustió. Cuando llegó la ambulancia, ________ lo miró con la cara manchada por el humo y con la camisa sucia y desgarrada, sus hermosas piernas también estaban escondidas bajo el color negro, y dijo:

—No quiero ir al hospital.

—________...

—Estoy bien.

Necesitaba que le suturaran la herida.

—Te acompaño —dijo Zayn—. Pero vas a ir.

Nueve puntos después, Zayn volvió a llevarla al coche. Alguna que otra vez, cuando era un crío, lo habían saturado a él, pero jamás había estado del lado del que sostiene la mano. Y cuando le clavaron la aguja en la herida a ________, vio las estrellas, pero no se permitió apartar la vista.

—Respira, Malik —le había dicho ella, secamente.

Estaba sentada en el coche, con la cabeza recostada en el respaldo y la camisa mugrienta debajo de la cual estaba la lencería de encaje negro en la que Zayn no podía dejar de pensar, ni siquiera en aquel momento.

—Deja de preocuparte —insistió, con los ojos cerrados—. Estoy bien.

—No estoy preocupado.

Era mentira.

—Tengo que llamar a Jessica y a Red. Alguno me dejará usar un sofá. No sería la primera vez.

—No.

Ella volvió la cabeza, como si estuviera demasiado cansada para mover otra parte del cuerpo, y lo miró.

—Vendrás a mi casa —añadió él.

Para sorpresa de Zayn, ________ asintió sin oponer resistencia:

—De acuerdo.

Parecía derrotada e, incluso en aquellas circunstancias, era algo tan atípico en ella, que él se preguntaba hasta qué punto estaría destrozada. Incluso se había negado a tomar los analgésicos que le habían ofrecido en el hospital, pero Zayn suponía que la convencería para que los tomara más tarde.
________ no volvió a decir una palabra en todo el viaje. Veinte minutos después, Zayn aparcó frente a su casa y por un momento se quedó mirándola descansar en el asiento, con los ojos cerrados y sosteniéndose la mano herida con la otra.

—Lo siento mucho, ________.

—No es culpa tuya.

—No, pero tampoco es tuya.

Zayn supo que había puesto el dedo en la llaga, porque ella hizo una mueca de dolor. Salió del coche y corrió a ayudarla, pero ella se bajó antes de que pudiera llegar y gruñó cuando la alzó en brazos.

—Bájame. Me he herido la mano, no los pies.

Él caminó hasta la puerta de entrada con ella en brazos.

—Zayn, no seas estúpido. Te vas a hacer daño en la rodilla.

________ puso los ojos en blanco cuando él la sostuvo contra la puerta mientras buscaba las llaves.

—Qué, ¿no tienes mayordomo?

—Como creía que te ibas a aprovechar de mí toda la noche, le he dado el día libre.

—Déjame caminar, Zayn. No seas tan protector, que no hace falta.

Él suspiró.

—Tal vez podrías apoyarte en alguien, sólo por esta noche. Apóyate en mí, ________.

Ella cerró los ojos y lo abrazó por el cuello.

—Supongo que por esta noche, podría.

—Sólo por esta noche —convino él, deseando que durase más tiempo.

La llevó hasta el cuarto de baño y la sentó cerca de la bañera de hidromasaje.

—¿Te apetece darte un baño?

________ asintió y lo vio abrir el grifo y comprobar la temperatura del agua.

—Déjalo, Zayn, ya me ocupo yo.

—De acuerdo —dijo él, acariciándole la mejilla—. Llámame si necesitas algo, ¿Vale?-Dejó un tierno beso donde antes habían estado sus dedos.

Él dio vueltas por la casa durante un rato y cuando volvió a su dormitorio la encontró sentada en medio de la cama, envuelta en dos de sus toallas, con la mirada perdida. Fue a buscar un vaso de agua al baño y se lo llevó, junto con las pastillas que le habían dado los médicos.  

Seduceme |Zayn Malik y tu| TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora