MI PRIMER DIA DE CLASES

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7:45 am y aún estaba dando vueltas por el campus sin saber dónde encontrar el salón donde empezaba mi primera clase del día, la cual empezaba en 15 min, y lo peor es que si preguntaba a cualquiera que pasara me quedaba mirando como bicho raro y se iba sin darme ninguna información, con todo me acerqué a un chico que revisaba sus libros sentado en una banca.

- Oye, disculpa me podrías decir dónde queda el laboratorio de Neuroanatomía? -le pregunté- Él me miró por detrás de sus anteojos con unos tímidos y curiosos ojos verdes y dudando si contestar o no me señaló una puerta que estaba a mis espaldas, la cual tenía un letrero que decía "Laboratorio de Neuroanatomía".

- Disculpa, no me fijé que estaba ahí -dije un poco avergonzada-.

- Suele pasar -dijo subiendo los hombros y bajando la mirada-.

- Bueno, gracias -contesté y me giré para dirigirme hacia el salón de clases-.

- Eres nueva cierto? -me preguntó antes de que entrara al aula-.

- Tanto se nota? -le contesté al girarme y mirarlo-.

- Un poco -contestó con timidez-.

- Soy Vicky -dije, y sonreí con cortesía-.

- Simon -contestó y me devolvió la sonrisa-.

- Estás en esta clase? -pregunté-

- Soy el asistente de cátedra del Dr. Núñez -contestó-

- Asistente de cátedra? -pregunté con curiosidad y asombro-

- Sí -contestó- por qué te sorprende?

- Lo siento, no quise ofender, es solo que eres muy joven y pensé que los asistentes de cátedra eran mayores y eran de años superiores -dije disculpándome-

- Tengo 19 años y estoy en cuarto año de Psicología, me gradué del bachillerato a los 15 años -dijo, acomodándose los lentes-

- Impresionante! -dije sorprendida-

- Bueno -dijo- soy una especie de genio "sabelotodo", como todos me dicen, tengo memoria fotográfica y recuerdo con exactitud todo lo que veo y leo.

- Eso es asombroso! -dije más que sorprendida- Debe ser genial poder recordarlo todo, sin tener que repasarlo tantas veces.

- Es un privilegio y también una condena -dijo tristemente-

- Por qué lo dices? -pregunté-

- Porque mientras más cosas sé, más se burlan de mí por ser el sabelotodo de la facultad -dijo y bajó la mirada-

- No lo considero así -dije- Pienso que es fantástico recordar todo sin ningún esfuerzo, y más cuando es para un examen o una lección complicada. No te has de perder ninguna farra! -dije emocionada-

- Creo que eres demasiado optimista, como dije a un sabelotodo no lo toman mucho en cuenta para esa clase de reuniones -dijo- Pero me agrada tu optimismo.

- Gracias! -conteste-. Justo en ese momento sonó el timbre y empezamos a ingresar todos al aula. Me senté en una de las primeras bancas y Simon se apresuró a dejar sus cosas sobre un anaquel de libros y empezó a preparar los materiales para la clase. El Dr. Núñez entró al salón de clase unos minutos después cerrando la puerta en las narices de dos estudiantes que llegaban tarde, se paró junto a su escritorio dejando sus cosas sobre él y dijo:

- Buenos días, soy el Dr. Núñez y para esta clase solo necesitarán una carpeta y hojas para laboratorio que mi asistente el Sr. Simon Yánez repartirá antes de iniciar la materia, en esta hoja van a registrar todo cuanto realicemos en el transcurso de la clase. Yo impartiré la teoría de la clase y la práctica la harán con la ayuda de mi asistente.

VickyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora