Kai estaba acorralando a SeHun contra la puerta anteriormente cerrada. Con sus dos manos sostenía todo su cuerpo a pesar de que él estuviera parado con sus pies tocando el suelo.
Se sentía débil y le gustaba, a Kai también.
Con sus ojos cerrados porque sí, sintió la mejilla y los labios del chico alto pasar muy cerca de su oído, acariciándolo.
A propósito Kai soltó un suspiro que se podría interpretar como gemido, uno muy sexy para el oído de Hun.
Por inercia puso sus manos apoyándolas en sus hombros y en ese momento Kai hizo crecer la presión entre sus cuerpos y la pared juntandolos aún más si era posible, haciendo que cada sentimiento de sus anatomías se compartieran y sus caderas chocaran entre sí.
El menor podía apreciar la calidez que Kai le trasmitía, lo cálido que siempre siente al verlo caminar, cuando estaban juntos sin poder tocarse. No podía explicar esa dicha sensación tan extraña y con tan poca información sobre ella.
Sentía nerviosismo pero acercó la cara del mayor a la suya con sus intenciones bien marcadas y firmes sin necesidad de pedirlo, solo tocando su mentón.
Kai miraba sus labios todo el tiempo y finalmente pudo besarlo.
Con pasión pasando por sus venas sintió como Kai apretaba sus caderas contra las de él pudiendo sentir todo allí abajo y como empezaba a subir de nivel.
Sin planearlo ni pensarlo mucho Kai tenía la pierna izquierda entre las dos de SeHun, así podría hacer lo que quisiera con él.
De tan pegados poco se notaba la posición en la que estaban.
La necesidad hizo que Hun frotara su pelvis con la contraria dándose cuenta de que se sentía muy bien y lo despertaba más hasta drogarlo, pero como toda droga llegó a un punto en el que no podía más, sus caderas pedían más mientras se movían contra el chico.
Se sentía tan bien que lo lastimaba, ya dolía de las excitación pero no le importó.
Sabía que Kai se encargaría de él, se le veía en la cara que eso iba a hacer. Tan seductor subió su mentón para verlo desde arriba, con aires de superioridad, mordió su labio inferior y lo soltó despacio y desde luego una cara que mató por definitiva a SeHun.
Kai no hacía nada, solamente miraba sus cuerpos juntos tapados por la ropa y de vez en cuando a un SeHun gimiendo muy suave casi sin poder ser escuchado.
Hun dijo lo que quería con puras expresiones sinceras, demostrando lo que necesitaba.
Kai llevó su palma debajo del pantalón de SeHun tocando la entrepierna mediante el bóxer y él, con sus ojos totalmente cerrados, se sorprendió y esta vez un quejido más alto se notó en el ambiente.
Kai sentía que él también comenzaba a crecer. Siguió masagenado y escuchando el silencio de su compañero.
Con movimientos sensuales comenzó a besar el cuello del más chico, despacio, y llegando a succionar muy suavemente hasta sus clavículas acompañando los movimientos ágiles de sus dedos.
Allí Kai pudo sentir la misma calidez que SeHun sentía tan solo al verlo.
Este momento en el que se llevan a cabo las diferencias entre un sentimiento y el otro, siendo muy distintas situaciones pudieron apreciar ese mismo sentimiento raro.
Esta vez Kai fue más allá, traspasó el bóxer tocando y sintiendo más.
SeHun no podía explicar cómo su pelvis se sentía, un hormigueo pasaba por todo el lugar cada vez que Kai movía su mano y hacía presión en el medio de estas subidas y bajadas.