Narra Sam:
Me desperté y vi la hora, las 7:30p.m. iba a llegar tarde a la clase. Me metí al baño, me di una ducha de 10 minutos y rápidamente me vestí con un short alto, una polera negra hasta el ombligo y mis vans negras. Me metí nuevamente al baño para secar mi pelo con la toalla y peinarme, me lave los dientes y salí del baño, vi la hora, las 8:00, ya no alcanzaba a comer nada, abrí la puerta de la pieza y sali. Baje por las escaleras y corrí por los pasillos para llegar a mi clase de matemáticas, toque la puerta.
—Llega tarde señorita, Johnson— me dice un viejito molesto de unos 50 años y de estatura baja.
—Lo siento, se me hizo tarde— le dije.
—Está bien, solo por esta vez la dejare entrar atrasada— miro por unos segundos hacia unos puestos y volvió a hablar.
—Siéntese con el señor Alex Méndez— me dijo serio.
¿Qué? en serio de todos los puestos desocupados tuvo que elegir ese.
—Está bien— dije caminando hacia el puesto que me dijo.
Me senté y trate de no mirar hacia al lado aún no olvido el beso de ayer, abrí el cuaderno de matemáticas para tomar apuntes sobre un tema que aún no me quedaba claro hasta que escuché su voz.
—Hola Sam, ¿qué se siente sentarse conmigo?— dijo apuntandose y sonriendo de lado.
—Hola y se siente horrible sentarse con un egocéntrico que solo habla de él— le dije sin mirarlo
—Pero que simpática que estas hoy— dijo sarcástico
Yo lo mire y le saque el dedo de al medio.
—Estás molesta por lo de ayer —me dijo con una ceja alzada.
—Claro que no, por qué tendría que estarlo si no tenemos nada y ese beso no significo nada para mí— le dije seria.
Hahaha claro que me gusto fue el mejor beso de mi vida.
—¿A si?, eso no es lo que dicen tus ojos— me dijo mirándome fijamente.
—A ver y qué es lo que dicen mis ojos— le dije mirándolo fijamente también.
—Pues que te encanto el beso y que quieres que se repita— dijo sonriendo de lado.
—Señor Alex ¿tiene algo que aportar a la clase?— dijo el profesor mirándolo serio.
—No profesor, es que la señorita Johnson me empezó a hablar— dijo Alex aguantandose una carcajada.
Queeeeeeé, me ha echado la culpa a mí, cómo se atreve.
—Eso es mentira— dije.
—Los dos, fuera de mi clase— dijo el profesor molesto.
—Pero profesor, si yo no tuve la culpa...— no me dejo terminar.
—Fuera— dijo está vez muy molesto.
Me paré de la silla y salí dando un portazo, cómo se atreve a echarme la culpa a mí, se las vera conmigo. Escuche una risa detrás mio y me gire.
—¿Qué es tan gracioso?— dije molesta
—Tu cara cuando te eche la culpa— dijo sin parar de reir.
—Me las pagaras— dije enojada.
—Tranquila muñeca, no es para tanto— dijo aun riendo.
Me giré dispuesta a irme y sentí que alguien me agarro de la cintura
—¿Qué te pasa?— dije tratando de safarme de su agarre, cosa que se me hizo imposible.
Me fue acercando lentamente hacia él, quedando a centímetros de su rostro.
—Aléjate— le dije empujandolo pero no se movió ni siquiera un poquito, si que es fuerte, pensé.
No me hizo caso y se acercó más uniendo nuestros labios en un beso y nuevamente le seguí el beso. Me alejé de él por falta de aire y ninguno de los dos dijo algo, me gire y trate de irme nuevamente, pero me volvió a agarrar de la cintura, se acercó nuevamente y volvió a unir nuestro labios.
Narra Helen:
Vi cómo sacaba el profesor a Sam de la clase junto con Alex.
—¿En qué piensa señorita Helen?— me dijo el profesor.
—En nada— le dije rápidamente.
—Pase a la pizarra para resolver el ejercicio ya que ha estado concentrada toda la clase— dijo el profesor sarcasticamente
Me levanté de mi asiento y mire la pizarra, diablos no sé cómo hacerlo, caminé hacia la pizarra y le dije al profesor que no sabia hacerlo
—Siéntese y ponga atención porque es la última vez que lo explico— me dijo enojado.
Ay que enojon!, luego de 15 minutos tocaron por fin el timbre, me dirigí hacia el casino junto con Matías y Chloe que me los encontré en el camino.
—¿Qué tal la clase?— me pregunto Matias.
—Muy aburrida— le dije.
—La nuestra igual— dijo Chloe.
Nos dirigimos a la mesa y Matías fue por nuestra comida, sí, lo sé, tiene que traer cuatro bandejas en sus manos, pero él se ofreció a traerlas,
—Hola— dijo Sam sentándose.
—¿Qué hacías con Alex?— le dije pícara.
—Nada— me miro sonrojada.
—Ajam— dije no muy convencida.
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ENAMORADAS DEL MISMO CHICO
Fiksi RemajaSINOPSIS : Sam y Chloe son dos gemelas muy unidas, las dos rubias, de ojos verdes y ambas de 15 años. El mundo de éstas dos chicas empieza a cambiar, ya que sus padres han decidido ponerlas en un internado por que ya no sabían qué hacer con ellas, s...