Después de muchas horas de camino en la camioneta, llegamos a una montaña donde nos esperaban aproximadamente tres helicópteros con unos cinco hombres armados, baje de la mano de mi secuestradora y siguiendo sus instrucciones aborde una de las aeronaves. Desde el cielo lo único que podía ver era una gran cantidad de árboles, como si estuviera en el mismo campo, en no más de cuarenta y cinco minutos aterrizamos en una improvisada pista. Esta vez Carlos me ayudo a bajar ya que su querida jefa se quedo conversando con algunos de sus hombres, intente escuchar pero fue inútil.
Yo creo que lo único que se parecía este lugar al viejo, era en lo escondido que se encontraba como siempre en el medio de la nada. Los aires que se respiraban aquí eran de mucho lujo, mis ojos detallaron una enorme mansión que no solo iba acompañada de los ya acostumbrados hombres armados si no también de personal de servicio, una piscina, un estacionamiento donde mi mirada contó como unos treinta vehículos de diferentes marcas y modelos, un pequeño lago a las orillas de una de las montañas, mientras mas caminaba acompañada de Carlos mas me sorprendía por la gran cantidad de cosas que veía. Un ruido llamo mi atención mi rostro miro a mi izquierda y allí pude detallar como un hombre cerraba con sumo esfuerzo la puerta de un galpón que escondía otros helicópteros, volví mi rostro hacia el frente dándome cuenta que la pelirroja ya se me había adelantado pues se encontraba en lo que parecía la entrada principal. Al llegar a su destino sus ojos invadieron los míos por escasos segundos, rápidamente le ordeno a mi acompañante que se alejara pues ella hablaría conmigo. Sin siquiera dudar Carlos se aparto y nos dejo solas.
Te había dicho que las cosas iban a cambiar y las cosas que digo las cumplo –Afirmo- Esta es una de mis casas, te voy hacer un pequeño recorrido para que la conozcas- Comento Dulce
Que quieres decir con que la conozca? –Levanto una ceja- Acaso mi lugar no será estar encerrada en una habitación?- Pregunto Anahi
Ya no será así, además dudo mucho que te puedas escapar de aquí –Frunció el ceño- Supongo que te diste cuenta que estamos en el medio de la nada –Aclaro Dulce
Pues este medio de la nada, es muy lujoso no te parece –Dijo Anahi mirando a todos lados
-Sonríe- Si me parece, pero ya debes saber como gastan el dinero los narcotraficantes no –Afirmo- Bueno ven sígueme no perdamos tiempo –Comenzó su camino Dulce
Mas de veinte habitaciones tenia la casa, ella me informo que solo en ella se quedaban las personas de confianza, me dijo que los demás trabajadores se quedaban en otra mansión a unos kilómetros de allí no tan grande como esa pero casi con los mismos lujos. La cocina y el comedor lo puedo catalogar como excéntrico se veía tan costoso que hasta daba mucha pena sentarse a comer, me enseño una oficina donde me indico que cualquier cosa que necesite la busque en ese lugar. Bajamos unas escaleras dentro de la misma casa y tras pasar una puerta me encontré con un enorme gimnasio, desde caminadoras, hasta sacos de boxeo cualquier ganador olímpico podía entrenar fácilmente aquí ya que la cantidad de aparatos que observe me hizo pensar que no había visto lugar tan completo. Nuevamente subimos por las escaleras, después de varios pasos llegamos a lo que me dijo ella una sala de estar, que si me ponía a medir seguramente era mas grande que mi departamento, muchos muebles y algunas fotografías que no pude detallar ya que la tenia que seguir.
Salimos de la casa por una puerta trasera de vidrio y después de bajar no más de tres escalones vi lo grande que era la piscina, en los alrededores de la misma estaban como unas quince mesas con unas sombrillas muy bien ubicadas para cubrir a las personas que se sentaran allí. Árboles, flores y algunos arbustos perfectamente cuidado eran parte del camino, la pelirroja que ya un mes había ordenado mi secuestro subió en una moto de cuatro ruedas, la encendió para luego invitarme a subir, acepto que dude un segundo pero accedí pensando que si no lo hacia se molestaría. Mis manos rodearon su cintura por el temor que tenia de caer del vehiculo, no estaba acostumbrada a andar en este tipo de motos mejor dicho en ningún tipo de moto, ella manejaba ha una velocidad bastante normal pero de igual forma presionaba mi cuerpo al suyo, incluso podía sentir el arma que tenia por la parte trasera de su pantalón, mi nariz llego a su cuello dejando que yo me embriagara por el perfume de su piel, el vehiculo seguía su camino mientras las palmas de mis manos podían sentir todo su abdomen cubierto claro por esa camisa de cuadros bien ajustada a su cuerpo. El viento, su perfume y su cuerpo pegado al mío eran la mezcla perfecta para comenzar una de esas fantasías que mi cerebro creaba desde aquel día que la vi por primera vez. Sentí el motor apagarse y mis ojos cerrados se vieron obligados a abrirse al mismo tiempo que mi cuerpo se separaba del suyo, fui la primera en bajar y arreglando un poco mi cabello la vi como se bajaba con ese rostro serio que parece que jamás la olvidaba. Me señalo con una de sus manos un galpón, informándome que allí habían caballos que si era de mi agrado podía recorrer todo el lugar con cualquiera, afirme con mi cabeza y la seguí hasta llegar a un lago me dijo que si no me gustaba el cloro de la piscina allí tenia agua dulce y natural para cuando guste darme un chapuzón en el lago.
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Fuera De La Ley (Portiñon)
FanfictionUna historia donde la droga, las armas y el amor se hacen uno solo. Te invito a descubrir un negocio que ha pesar de su maldad generalizada, se ha mantenido a traves de los años el conocido por muchos narcotrafico.