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Bonus: Una noche de san valentin 1/2

Una noche de San Valentín. Parte 1

Esa hermosa noche de luna llena y las luces destellantes de la ciudad daban un placer estéticamente exquisito, la noche era fresca, sin hacer demasiado frió, y pues ya que estaban de vacaciones decidieron disfrutar del parque de atracciones que se encontraba a solo media hora de su hospedaje. Las coloridas luces de las maquinarias comenzaban a iluminar mágicamente el lugar al llegar. Pagaron sus entradas, Jisoo y Jennie se fueron por su cuenta a comer algo, mientras que Rosé y Lisa decidieron ir hacia los puestos de juegos árcades y de feria.

Era 14 de febrero, hace nada mas un par de días fue el cumpleaños de Rosé, Lisa como una buena amiga, tenía un regalo especial preparado para ella, pero no un regalo de cumpleaños, el cual se lo había dado aquel mismo día, esta vez era un regalo de san Valentín, como prueba de su amistad infinita, quería hacer que esta hermosa noche fuera inolvidable para Rosé y para eso pretendía que esa noche fuera solo para ellas dos.

- ¡Ven!, ¡ven! -. Comenzó a empujarla esta, como una pequeña niña.

- ¿Quieres jugar a este? -. Pregunto Lisa al ver el puesto en donde se encontraban montones de osos de peluche alrededor.

-Sí, sí, sí.

Parecía una niña esperando impaciente por sus regalos en Navidad. "Linda" pensó. Ese día le había prometido que pagaría por todo lo que quisiera esa noche, sin quejas.

- ¿Cuál te gusta? - . Pregunto Lisa refiriéndose a los peluches.

La colorina miró con cautela y sin duda apunto a uno que se encontraba colgado en la esquina del puesto.

- ¿El unicornio?

Ella asintió sonriendo alegre, Lalice le devolvió sonrisa.

- Unicorns are real -. Dijeron al unísono.

Las dos rieron después de decir la misma frase.

- Bien, hay que intentarlo.

El juego consistía en nada más que derribar por completo la pirámide de latas que se encontraba frente a ellas. De su billetera sacó dinero y pagó al hombre en el puesto, este le entrego 8 bolas rellenas de arena.

- Gracias --. Se inclinó haciendo una reverencia.- Bien, cuatro para ti y cuatro para mí.

Rosé los recibió.

- Ups, Creo que hay un problema -. Habló lisa.

-¿Qué? ¿Qué cosa?

La rubia apuntó hacia el peluche.

- Que solo queda uno -. Sonrió.

Chaeyoung la miró, haciendo un puchero y un extraño ruido con su boca.

- Siempre se agotan muy rápido, no sé qué tendrán los unicornios que a las personas les llama tanto la atención -. Hablo repentinamente el hombre en el puesto.

Rosé sonrió de manera presumida

-Entonces quien logre derribar la pirámide primero, se quedara con el unicornio, ¿Esta bien?

Lisa asintió con la misma sonrisa pero desafiante.

- Trato hecho...pero tu empiezas primero.

- Bien.

No sabía por qué estaba aceptando el trato, sabía que no tenía suerte en los juegos, su desafortunada suerte en este tipo de cosas siempre se hacía presente en el momento menos oportuno, a diferencia de Jennie y Rosé, Lisa siempre salía perdiendo en cada juego, y estaba rogando a cupido que Rosé no ganará y ella pudiera conseguir el unicornio, no para quedarse con él, si no más bien para regalárselo ella misma, deseaba que en estos momentos Jennie la poseyera.