Un dios explosivo

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DEIDARA

¿Cuánto tiempo llevo viajando de un lugar a otro tratando de encontrar mi otra mitad?
Muchas de mis memorias son borrosas pero puedo recordar unos ojos azabaches que me miran fijamente ¿De quien son?

Siempre que trató de recordar mi pasado mi cabeza empieza a doler, ¿Porque no puedo recordar?
Me levanté del pasto y me quedé mirando al cielo mientras estiraba mis manos tratando de tocar el sol

¡Boom!

-¡El arte es una explosión!- grite al viento mientras caían pedazos de arcilla, no era por presumir pero me consideraba un dios algo peculiar, yo no podía transformarme en un animal pero, tenía bocas en las manos. Todo lo que les daba lo engullian y me entregaban una obra de arte que cuando yo quisiera podía explotar

No tenía un lugar fijo donde quedarme y tampoco algo o alguien a quien proteger así que sólo vago con esperanzas de encontrar algo que me llame a seguir.

Llegué a la ciudad, era enorme y podía ver toda la contaminación que había, eso me hacía enojar demasiado. Mis obras de arte las hacia con objetos naturales y así eran fatales ahora, con tanta contaminación podría destruir al mundo...oye si

El sol se asomaba sobre mi cabezaa y vi un parque lejos, emocionado corrí hacia el y me acosté en una vieja banca que ahí había ¡Oh! ¡Casi lo olvidaba! Las bocas de mis manos están vivas así que también les da hambre y tengo que alimentarlos ¿De qué? De cosas naturales, como pasto, hojas, armas etc. No voy a matar animales.

Me levanté de la banca y me agache para cortar un poco de pasto

-¿Puedo sentarme?- dijo una voz gruesa y algo ronca

-como quieras

Sin mirar a la persona que se sentó a mi lado por el rabillo del ojo vi que me ofrecía su mano, nunca le daba la mano a alguien pues se asustarian por mis manos pero...él la jaló y mi cara se ruborizo cuando nuestras manos se estrecharon.

Algo raro estaba pasando, mi boca estaba calmada, pensé que lameria la mano de aquel hombre pero en vez de eso le estaba dando besos

-al fin te encontré Deidara- lo miré y me encontré con esos ojos azabache de mis recuerdos

-¿Quién eres?- el chico pareció entristecerse un poco pero volvió a sonreirme

-Soy Itachi

ITACHI

Esto es tan extraño, busqué en el directorio y por medio de otras personas a Deidara, en mi cabeza siempre tenía el recuerdo de un chico con cabellos como el sol, ojos azules y una radiante sonrisa pero eso no era todo, él era especial ya que en sus delicadas manitas tenía bocas. Pero no podía ir por ahi gritando su nombre y viéndole las manos a todos en la ciudad.

Y pensar que me mudé solo para encontrarlo, dejé a Sasuke pero sabía que estaría bien, yo seguiría mi camino.
Llegué al parque me más me gustaba de la ciudad, y mis ojos se abrieron por sorpresa...en una banca estaba esa persona a la que tanto estuve buscando y sin pensarlo corrí hacia él y me senté a su lado

Dei cortaba pasto y no me miraba, pero cuando estrechando nuestras manos sentí esos labios, sus manos me besaban nuevamente, eso se sentía tan bien.

-Itachi...¿Las sientes verdad? Por favor no entres en pánico...soy un dios...-hablaba cabizbajo, a pesar de ser un dios no se sentía como uno y siempre ha sido así desde que lo conocí

-eso lo se Dei, pero el que parece errante ahora soy yo, llendo de un lado a otro buscandote para que cuando te encuentre no te acuerdes de mi- empecé a reír deprimido- ¿Porque me Olvidaste? Dijiste que yo era tu persona, pensé que me buscarías

-Itachi...-Deidara me miró sorprendido- mis recuerdos están bloqueados, solo logró recordar unos ojos azabache como los tuyos pero...no recuerdo nada de lo que ha pasado antes...solo de repente un día desperté en una carretera y de ahí empecé a caminar hacia todos lados y a ninguno a la vez- Dei se veía nervioso, y vi que sus manos gruñian

Sin aviso alguno tomé una de sus manos y la acerqué a mi rostro, esta me beso la mejilla y soltó una lámida, yo solo sonreí para después ponerla en mi boca y darle un beso, Deidara parecia tomate y me dio un golpe

-N-o hagas eso! Se siente extraño...aparte, no se ni quien eres! No deberías ser tan altareno con un dios-decía Dei haciendo unos hermosos pucheros

-observa lo que tus manos quieren, ¿Porque crees que me besan? Ellas me recuerdan, pero tú no. Debes confiar en ellas. Dei-chan ¿Cómo quieres que actúe? Cuándo estuvimos juntos hicimos de todo- le giñe un ojo -y a ti te encantaba, pero...Siempre te ha hecho feliz que te traten como a una persona normal ¿O no?

DEIDARA

Mi corazón estaba acelerado y no sabía porque, me sentía tan cómodo estando con Itachi que ignoraba lo demás, es verdad que mis manos habían tenido una extraña reacción hacia él pero tiene razón...debo confiar en ellas, después de todo soy yo.

-¿Eres lo que tanto busco Itachi?- vi que en su rostro se pintó un pequeño rubor

-lo soy, y siempre lo seré, cada vez que mi alma reencarne te buscaré porque se que me olvidarás

-si en verdad lo eres ¿Porque te olvido? ¿Qué me pasa? Y tu...tu eres un humano, no puedes tener recuerdos de tu vida pasada ¿Qué eres?

-Dei, no recuerdo mi vida pasada, solo te recuerdo a ti y el sentimiento de encontrarte para estar a tu lado. Cuando nos conocimos dijiste que era especial...Qué Soy yo tu complemento

-¡¿Cómo pude decir yo eso sí ni te conozco?! ¡Me estas jugando una broma!

-siempre has sido un dios muy explosivo ¿Lo sabías?- ¿A que se refiere con eso?- Pero eso es lo que más me gusta de ti

Itachi me tomó del mentón y me besó...tal vez... el arte también podía ser un beso

¿Quién sabe?

Me enamoré de un estúpido DiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora