Te encontré

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HINATA

Me costó despedirme de Sasuke enserio le había agarrado mucho afecto desde que lo conocí pero yo tenía un camino que seguir, una meta a donde llegar y una persona a quien encontrar.

He viajado durante días, estoy exhausta, pero no podía detenerme hasta encontrar a la persona que tanto ansío ver.
Sentí un dolor atravesar mis costillas, comencé a marearme, note que mis blancas plumas se estaban tornando rojas. Alguien me disparó, acaso ¿Voy a morir?

Comencé a caer en picada, era un bosque hermoso, lástima que no podría apreciarlo ya que terminaría en el suelo bañada en mi propia sangre, me arrepiento de no despedirme de otra manera de Sasuke, por haber juzgado tan mal a Naruto y por no haber salido a buscar a la persona que tanto amo desde hace mucho

-¡Hey chicos! ¡Por aquí!- escuché que gritaba la voz de un joven, no pude apreciar mucho su rostro ya que mi vista se volvía borrosa

-¿¡Qué hiciste estúpido!? Es un águila ¿¡Porque le disparaste!? ¿Acaso no sabes lo que significan?- mi cuerpo se sentía cálido, el chico que reclamaba me había tomado en sus brazos y trataba de detener mi hemorragia

- ya Neji, ¿Acaso crees en eso de que hay animales que se pueden transformar en dioses? ¡Por pensar de esa manera es que no te suben de rango! ¡Eres un penoso soldado! - aquel chico dijo ¿Neji? Con todas las fuerzas que pude juntar abrí mis ojos y miré fijamente al chico que me sujetaba en sus brazos y tenía mirada arrepentida

-te encontré- pensé para mis adentros pero la cara de confusión de Neji parecía a que había escuchado lo que pensé, sin poder evitarlo empecé a llorar. Pude ver una vez más a mi amado Neji

Todo se volvió negro

NEJI

-te encontré- escuché una voz en mi cabeza, miré arrepentido al águila y esta empezó a llorar, estaba confundido pero también muy enojado. Saqué mi botiquín de emergencias, tenía que salvar la vida de este majestuoso animal

Mis compañeros me veían de mala gana, unos se burlaban diciendo que aún era muy "inocente" mientras otros apostaban sobre si salvaría al águila o no.
Saqué un bisturí y abrí más la herida, puse gasas para controlar la hemorragia y con pinzas saqué la bala, detuve el sangrado y la cerré, ya todo dependería de las ganas que tuviera de vivir el águila.

La levanté delicadamente y la  cobijo con mi chamarra, vi una vez más a mis compañeros con odio y me fui. Odiaba estar con gente que sólo se centraba en matar creyendo que así ganarían respeto, ¿Quién te va a respetar si le disparas a un ave indefensa? Sólo un idiota.

FLASHBACK

Hinata caminaba de la mano junto a su amado Neji, había oscurecido y se podían presenciar las estrellas. Ellos solían salir a lugares menos concurridos porque a Neji le fascinaba la majestuosa ave en que Hinata se podía convertir, él ya sabía que ella era un dios errante y no le tenía miedo, al contrario, se sentía priviligiado de ser esa persona tan ansiada para aquél Dios

-¿En qué tanto piensas Neji?- preguntó algo tímida Hinata sentándose cerca de un pequeño lago

-Qué es un privilegio poder ser la persona de tan majestuoso Dios. Jamás dejé de creer Hina- Neji se sentaba a su lado mientras le acariciaba un poco el cabello haciendo que ella se recostara en su regazo -de mi clan yo soy la burla, una escoria, un error pero...Siempre le fui fiel a mis creencias, a pesar de todo yo creía en que habían dioses que podían escucharnos, vernos y cambiar todo. Todas las noches recé para encontrar mi libertad, y te encontré a ti- Hinata estaba sorprendida por las palabras de su amado ya que él no solía hablar de su clan o en lo que creía y deseaba, Neji era especial, tenía un corazón inocente y aún veía al mundo con ojos de niño

-yo siempre escucharé tus plegarias, nunca te abandonare Neji

Ambos nos besamos bajo la hermosa luz de la luna

NEJI

Desperté de un salto ¿Qué había sido ese sueño? Hace muchos años que no lo tenía pero últimamente era lo único con lo que soñaba ¿Porque?

Me levanté de la cama y fuí a revisar como estaba el águila pero para mi sorpresa ya no estaba. Empecé a buscarla, aún se encontraba delicada y no podía andar por ahí tratando de volar, podría lastimarte y abrirse la herida.

Buscaba desesperado hasta que noté a alguien sentado cerca de la ventana, me acerqué a paso lento y mientras lo hacía un delicioso aroma a citricos recorría mis fosas nasales, el cielo se encontraba nublado así que sólo podía ver la sombra de aquella persona, me acerqué lo suficiente y logré tomarla de la mano

-¿Quién eres y que haces dentro de mi casa? ¿Cómo entraste?- la persona no parecía escuchar, así que la jale con fuerza hacia mi dándome cuenta de que era una mujer, se veía tan delicada, tenía una piel pálida, unos ojos grisáceos y cabello tan azul como el mar pero algo me sorprendió...en su ropa había un agujero donde se podía ver que tenía gasas y aún rastros de sangre

-¿Hinata?

-te encontré

¿Quién es esta chica? ¿Cómo es que me sé su nombre y ella el mio? Ella...es tan parecida a ese sueño que tuve.

- perdón pero ¿Quién es usted y que hace en mi casa?- vi como la chica bajo la mirada y tocó su herida

HINATA

Supo mi nombre, acaso ¿Me recordará? Pero...si así fuera no haría preguntas tan obvias como el que estoy haciendo aquí y como logré entrar

-tu me trajiste a tu casa, curaste mi herida y estuviste cuidandome hasta que el sueño te ganó

- ¡Estas mintiendo! Yo ayudé a un águila no a una chica! Perdón pero creo que me estás confundiendo

-Neji ¿Porque tienes tantos cuadros de pinturas de aves? Más específicos, Águilas calvas

-Porque son seres majestuosos, se decía en la antigüedad que en los bosques habitaban dioses con poderes increibles, podían transformarse en animales o en lo que ellos quisieran. Yo siempre fui devoto al dios águila, el más puro y libre de todos. Envidio su libertad- después de tantos años Neji no había cambiado, ahora se veía más grande y maduro, sus ojos ya no tenían brillo pero su alma era la misma

-Neji, soy un dios errante. Yo soy el Dios águila- él solo me veía confundido y lo único que pude hacer fue soltar una risita -en tu vida pasada nos conocimos, escuché atentamente tus plegarias y vengo a cumplirlas al igual que las promesas que nos hicimos

-señorita si usted está jugando con eso le pido de la manera más atenta que por favor se aparte- ¿De dónde venía tanta desconfianza? Caminé hacía él para quedar frente a frente pero sacó un cuchillo y se puso en guardia -soy un soldado y no me da miedo lastimar mujeres como a niños, ¡Ya deje de burlarse de mi!- ¿Ahora eres un soldado?...¿Porque Estas en algo que te puede matar?

Di un paso hacia atrás y tomé aire para después convertirme en el águila que él había rescatado la noche anterior, pude ver como soltaba el cuchillo y se ponía de rodillas ante mi, lágrimas salían de sus ojos y él sólo sonreía

-¡Tu eres la chica con la que he estado soñando estos días! Te encontré

Me enamoré de un estúpido DiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora