¿Homicidio?

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Está historia es totalmente inventada de mi autoría, narrando un caso de homofobia extremista.

Sentada en el sillón del consultorio estaba una chica que esperaba a la doctora para comenzar con la hipnosis, ella había enmudecido a causa de un trauma, pero no sabían cuál.
La doctora le pidió que se recostara para dar inicio y así pasó, cerró los ojos sumergiéndose en los recuerdos, respondía a las preguntas sin tener la opción de quedarse callada.
-¿Qué fue lo que pasó?-
-Mataron a mi novia-
-Cuéntame como fue-
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Dos años atrás la había conocido, en mi peor momento, acababa de confesarle a mis padres que era lesbiana, sabia que reaccionarían mal pero no sabía a qué grado. Me han mandado a infinidad de lugares para "curar" este mal que según ellos nace en mi, iglesias, psiquiatras, campamentos, terapias de conversión; nada había dado resultado.
Pero en esa oscuridad estaba ella, era hermosa, una trigueña de ojos grises que eran tan imponentes como tiernos, inspiraban confianza, con una sonrisa logró desmoronarme, provocó que me enamorara de ella sin remedio alguno, fue una luz en tanta problemática que vivía.
Empezamos a salir meses después, fingía ir a todas esas sesiones a las que mi familia me enviaba para poder salir con ella, sabía que si se enteraban de que amaba a una mujer podría tener muchos problemas. Ella lo entendía, me apoyaba y me consolaba cada vez que tenía algún problema, era la mujer perfecta para mí.
Un año, un año de felicidad con esa persona tan perfecta, pero en cada momento de alegría llega una tormenta, mi padre nos dejó, ¿por que?
Mi madre dice que es mi culpa, dijo que mi padre prefería irse a seguir viviendo bajo la sombra de vergüenza a la que "yo" había condenado a mi familia solo por ser homosexual. Me habían condenado a una vida de rechazo solo por ser como soy, mi madre enloqueció de rabia, de tristeza, estaba sumergida en odio que desembocaba sobre mi.
Una noche entro a mi cuarto, sin previo aviso me jalo fuera de la cama y me llevó al sótano, dándome instrucciones de que esperará hasta la mañana.
Al día siguiente mi madre apareció, su mirada estaba llena de odio ya no podía reconocer en su mirada a la mujer a la que alguna vez le llame mamá.
Todo pasó muy rápido, me soltó un golpe directo a la cara, quede en shock pero tenía que defenderme, intentaba interceptar sus golpes pero ella era más fuerte por su ira.
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No había llegado, quedamos de vernos hace media hora y ella nunca llega tarde, me había dicho que su madre no iba a estar en su casa así que decidí ir para buscarla.
Camine durante varios minutos, estaba indecisa sobre si tenía que tocar a la puerta o no, no quería causarle problemas si acaso estaba su madre adentro pero decidí hacerlo, pero al momento vi que la puerta no estaba cerrada por completo y no sé porque se me ocurrió la brillante idea de entrar, el ambiente era tenso en esa casa.
Leves murmullos comenzaron a oírse, venían desde la puerta que daba al sótano, de momento sentí miedo pero mis pies se movían solos y cuando volví en mi estaba bajando las escaleras, había gritos y golpes, reconocí la voz de inmediato, era mi novia, la chica que amaba.
No reaccione, veía como su madre la golpeaba y como con cada golpe salía sangre de su boca.
No lo vi venir su madre la soltó momentáneamente, rápidamente llegue a ella, estaba muy herida lo único que quería era sacarla de aquel infierno pero no pude ya que a mis espaldas la señora estaba apuntándome con una pistola, sabía que iba a dispararme así que solo cerré los ojos esperándolo.
Oí un disparo pero no sentía dolor, la señora grito e inmediatamente salió corriendo por las escaleras, abrí los ojos y ahí estaba ella, había recibido un balazo para que su madre no me matará.
-Te amo- fue lo último que salió de sus labios, cayó en mis brazos.
La había perdido, lo único que podía ver de ella era sangre, su sangre, ella me salvó cuando debía ser yo quien la salvará.
-Te amo- susurre llorando encima de ella.
Fui a mi casa, sin habla, sin contar lo que había pasado.
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La doctora dio por terminada la hipnosis, estaba muy callada, sin darle explicación a la chica tomó el teléfono y llamó a la policia, la chica estaba llorando.
La doctora había grabado todo, le entregó la cinta a los policías, de esta manera cerrando un caso de homicido.

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