-Vamos Charles, un poco de sol le hace bien a todos, además lo necesitas para olvidar todo el asunto de los hospitales y relajarte.-Bueno, no es muy relajante decirlo cuando en tan solo unas horas estaré en uno nuevo, Papa.
Puede que heredara el apellido Brown de mi padre y que mi madre eligiera mi nombre Charles, puede que tenga el mismo lunar en la barbilla al igual que mi madre pero que tenga los ojos marrones de mi padre, puede que sea igual de alto que mi padre pero que haya heredado el cabello café castaño lacio del cabello de mi madre; pero ninguno de los dos me heredo un tumor cerebral que tengo desde que cumplí 17 años que mequito el cabello por el tipo de tratamiento dejándome una muy lisa calva.
Hoy en día tengo 19 años y dos años de vivir en hospitales, uno ubicado en Phoenix, Arizona, otro en Portland, Oregón; y justo mañana me internara en hospital “San Robert’s” en “El Centro:” California y oficialmente no tengo demasiadas ganas de recuperarme, después de todo me moriré en cualquier momento.
Mis padres preparaban su divorcio, porque mi papa solía llegar muy tarde a casa. Mi mama comenzó a sospechar obviamente que el la engañaba eso hizo enfurecer a papa, por lo que mi madre por venganza tomo un trabajo que apenas la hacía poder llegar a dormir a casa; tuvieron muchas más fuertes discusiones a gritos, con un adolescente de 16 años y medio con un menor de 4 años llamado Frank en casa y llorando todas las noches por los gritos y escabulléndose a mi cama.
Fue hasta hace un año después cuando descubrimos que tenía un tumor cerebral: fue cuando nuestros padres hicieron las pases y se unieron como aliados para pagar mi tratamiento. ¿Fantástico, no?He aquí en el parque más cercano a mi casa, veo como mi padre juega con Frank mientras los miro sentado en mi silla de ruedas, como mi tumor esta en mi hemisferio derecho afecto en mi movimiento motriz, por lo que ya no puedo mover ni brazos ni piernas y prácticamente ocupo ayuda para casi todo.
-¡Mira Papa! ¡Mira Charlie!-Escucho gritar a Frank mientras baja por la res baladilla de un juego para niños parecido a la estructura de un castillo muy colorido-.
-¡Muy bien Frankie!- Mi padre grita mientras lo recibe en sus largos brazos para no dejarlo caer al descender por el juego- Bueno vayan a dar un paseo por el parque ¿Si? Llamare a mama.
- Vamos Frank.
-Si Charlie.- Frank toma los manubrios de mi silla de ruedas y comenzamos paseando por los jardines del parque siendo iluminados por un atardecer creciente, pero que no quitaba la fría niebla-.
Mirando solo directamente, puedo notar os muy silencioso pasos de mi hermano, y conociéndolo ya desde hace 7 años que nació, sé que le ocurre algo.
-¿Qué pasa Pequeño?-Musito preocupado-.
-Es solo que, ya sabes vas a volver a otro hospital. Papa y mama irán a trabajar, volveré a estar solo y todo estará igual que como antes que salieras del hospital en Diciembre. Es como si la única persona que viviera en casa fuéramos Papa y yo.
Frank estaba en lo cierto. Nuestra Madre trabajaba en una compañía de aerolínea como azafata, por lo que siempre estaba viajando y nunca llegaba a casa. Tal vez decía que con ese empleo ganaba bastante para pagar mi tratamiento, pero mi hermano y yo pensamos una vez que era para estar lejos de papa.
Ahora bien mi padre ocupa el trabajo de mama en casa más que nada; decidió tomar otro empleo para estar más tiempo con nosotros. Yo vivo en el hospital prácticamente todo el año, Frank y papa me visitan los fines den semana y mama solo una vez al mes. Por ultimo Frank que va en segundo grado de primaria, es la única persona que puede darle alegría a nuestra casa, pero con una madre de medio tiempo y un hermano mayor que solo está en casa a fin de año con fechas importantes. Eso no es nada realmente bueno para él.-Tranquilo, amm en tu cumpleaños no lo vas a pasar en un hospital, lo prometo.
-De acuerdo.- Logro escuchar como un suspiro sale de su boca-.
-En mi bolso de la chaqueta tengo 10 dólares, tómalos y compra algunos dulces en ese puesto para los dos.-Sonrío un poco para tratar de animarlo-.
-Está bien, Charlie.- Frank deja mi silla justo al lado del pasto y un gran árbol y corre con al puesto-.
Mientras razono como otro año comienza mañana 3 de Enero del 2016 con un hospital más en la lista y muchas probabilidades de morir, mis ojos captan a una chica a 300 metros lejos de mí, tenía cabello café castaño claro como el de mi hermano Frank pero rizado y maltratado su tez era clara, parecía tener mediana estatura.
La acompañaba un perro según yo se raza pastor alemán, ella lo tenía amarrado a una correa y esta lo estaba a su muñeca de ella. Vestía una sudadera negra con unos pantalones azul oscuro y de calzado tenia Converse negros; pero lo más extraño de todo eran sus ojos, lo que arruinaba cualquier intento de que alguien se le acercara a hablar, sinceramente. Sus ojos de un color gris, y parecían sin vida perdidos en el espacio- tiempo mirando hacia las flores que había en el suelo pero ni sus ojos ni su rostro demostraban emoción alguna, lo único que lograba notar eran sus grandes ojeras, que cargaba por debajo de sus ojos sin vida, y de momento imprevisto su mirada se dirige directamente.-¿Qué? ¿Noto que la mire?- Suelto un suspiro y asiento con mi cabeza ‘saludando”.
Y ella no responde, solo comienza a ladear su cabeza, pero mantiene la mirada en mí. Cuando la mirada fija entre ambos comienza a hacerse incomodo, miro hacia su perro que estaba levantándose al igual que su dueña, que comenzaba a caminar con pasos torpes. Pasa una oleada de deportistas corredores, y la chica y su perro se pierden entre la multitud. Bastante raro, supongo.
-¿Estabas viendo a una chica, Charlie?-Me sorprende Frank legando por detrás con dos bolsas de dulces ositos de goma y en la otra caramelos-.
-¿Qué? Claro que no, además solo la mire por curiosidad. No es atractiva, pero me gusto su perro.
-Sí, entiendo –Me sonríe levantando sus cejas repetidamente para dejar las bolsas de caramelos en mi regazo- Papa me dijo que ya nos vamos a casa para cenar, lo veremos en el auto.- Toma los manubrios de mi silla de ruedas y camina hacia el estacionamiento-.
-Está bien, Frank.
Nos encontramos con papa y con ayuda de ambos subí al auto y fuimos de camino a casa.
Tanto la cena como la noche fue muy aburrida, a pesar de los 4 integrantes de esta familia de estar felices no funcionaba nada. Y al igual que muchas noches anteriores, no hubo ningún sueño esa noche.
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I will find you
Romance"La vida es demasiado corta para pasarla solo pensando en morir" decía su padre pero el joven Charles Brown de 19 años no pensaba lo mismo, ya que iba por su vida esperando que el tumor cerebral que residía en su cerebro lo matara de una buena vez...