Capítulo 05

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Después de esa noche no pude evitar abrazar a Carissa cada que podía. Tal vez no completamente ya que un abrazo para nosotros era que Cari apoyara su cabeza en mi hombro y yo hiciera lo mismo sobre la suya, al mismo tiempo que tomaba su mano. Eso era un abrazo para un chico con un tumor y una chica sin vista era un abrazo reconfortante y especial.

Hoy era la mañana del 21 de Marzo del 2016, un cálido Lunes por la mañana cuando después de unas terribles quimioterapias pude recuperar el movimiento completo de mis brazos ¡Al fin poder abrazar a personas! Podre abrazar a Papa, a Frank, a Marie y… sobre todo a Carissa.

Ok eso hasta para mi suena muy raro. ¿Pero qué rayos acabo de decir? Si mi primera impresión de verla en el parque me pareció desaliñada y aislada, pero ahora todo es tan diferente. Nunca mire sus ojos con más vida y brillo como lo es hoy. Su sonrisa es tan contagiosa y ahora trenza su cabello, pero aun sin peinar me gusta. Yo hasta trato de que mi cabello logre crecer para no verme tan mal, pero bueno.

Hoy empezaba la primavera del 2016, y en el Hospital San Robert’s iba a ser inaugurado el sexto piso, según los comentarios de los trabajadores la sorpresa estaba dedicada a todos los pacientes.

Yo iba en camino al quinto piso en el elevador para recoger a Carissa en su habitación para después ir juntos a la inauguración.
Cuando las puertas del elevador se abren muevo yo mismo con mis propias manos la silla hacia la habitación número 44 y toco la puerta.

-¡Pase!

-¡Hola Cari!-Abro la puerta y entro con mi silla admirando su habitación que era parecida la mía solo que la luz del sol no entraba mucho-.

-¡Charlie!- Sonríe Carissa estirando sus brazos buscándome hasta llegar a la puerta y abrazarme sonriendo de la misma forma que nuestros abrazos de antes, solo que ahora ella me rodeaba con sus brazos y yo la rodeaba con mis propios brazos-.

-¿Lista para ir a la inauguración?-Digo abrazándola aun sin intenciones de soltarla-.

-Emocionada, sé que no podre ver nada pero para eso está mi mejor amigo Charles que eres tu ¿Me lo describirás, verdad?- Sonríe separándose del abrazo mirando hacia mi cabello-.

-Por supuesto que si.- Sonrío abriendo la puerta- ¿Nos vamos?

-Vamos

Salimos de la habitación de ella, Carissa empujaba mi silla y yo tomaba su mano para guiarla, tomamos el elevador.
Después de unos segundos se abren las puertas nuevamente dejando ver un bellísimo sexto piso; Era un hermoso jardín con pasto, plantas y flores reales, una cascada artificial con un pequeño estanque, pero la cereza del pastel estaba sobre nuestras cabezas. Había un luminoso y muy colorido vitral en el techo con todo tipo de figuras y colores luminosos, incluyendo la puesta de sol de mañana sobre el hospital…Todo era perfecto que cualquier persona que entrara en el sexto piso soltaría un ¡Wow!
-¿Qué es lo que hace que todos se asombren? Alguien dígame algo por favor ¿Charlie?-Escucho decir a Carissa mientras ella caminaba a una pared buscándome- No me ignoren por favor.

-¡Cari! ¡Acá estoy sigue mi voz!

-¡Charlie!-La escucho gritar y correr hacia mí-.

-Ten cuidado, Ciega,- El enfermero rubio que maltrataba a Carissa en lo que la empujaba para que ella fuera en otra dirección y chocara con un árbol de cara lo cual desafortunadamente paso-.

Solo podía gritar su nombre para que viniera conmigo, pero las risas de todos los presentes comenzaron a escucharse, vi como Carissa se levantaba con lágrimas en los ojos y corría hacia el elevador tropezando, me dolía verla así realmente mucho, ella no se merece ese trato.

Trate de buscarla por todo el día y todo la tarde para hablar con ella y apoyarla, pero solo conseguí que se alejara más.

Tocaron las 12:00 am de la noche en el ahora 22 de Marzo, cuando decidí que ella no estaría sola, ya nunca más. Y no dejaría que otra lágrima corriera por esos ojos grises.

Me senté en mi cama, prendí la lámpara de noche de mi mesa de noche, acerque mi silla de ruedas a mi cama, y solo Dios sabe cómo logre subirme en ella sin ayuda de nadie y pasar desapercibido hasta llegar a la habitación número 44 del quinto piso.

Entre ala habitación y busque a Carissa por todo el cuarto, comencé a preocuparme cuando no lo la encontré de bajo de su cama, solo quedaba el baño así que me dirigí a él y casi me caigo de la silla al ver la escena.

Sangre tirada por el suelo, por el lavabo y por si fuera poco en las paredes también habían rayones y aún más sangre. Abrí la cortina de la regadera y ahí estaba Carissa Wilson, la chica que mire por primera vez en el parque sentada en la esquina recargada en la pared con cortadas en sus brazos y piernas y con su mirada débil en el techo

-¡CARISSA!- Exclamo preocupado tomando sus manos mirándola preocupado, muevo mi silla rápidamente hacia el mueble que estaba de bajo del lavabo sacando de ahí un kit de emergencia y volviéndome hacia ella tomando una vez más sus manos para curarlas- ¿Por qué te haces daño?
–Susurro al borde de las lágrimas -.

-Porque…la niña ciega que ha vivido toda su vida desde los 14 años en un hospital, que su padre no la acepta ni como su hija y que es una torpe inútil.-Hace una pausa pero yo la interrumpo-.

-Pues esa niña tiene nombre y es Carissa, ella no entiende que se está matando a si misma.-Sollozo mientras limpio las heridas y las vendo-.

-¿Cómo sé que alguien de verdad me quiere, Charles?

Volteo a verla a los ojos tomando con cuidado su mano, levantándola y sacándola de la bañera y baño para después sentarla en mi regazo.

Salimos de su habitación hasta llegar al elevador, subimos al sexto piso, al llegar ella se baja y reconoce el pasto con sus pies descalzos mirando hacia el vitral algo molesta con sus ojos aun llorosos.

-¿Por qué me traes aquí? No tengo ningún recuerdo bueno de aquí.

-Acuéstate en el pasto.-Ella lo hace dudosa y a continuación yo también me dejo caer- En el cielo existen unos cuerpos celestes llamados estrellas, cada uno yo imagino que es una persona ya fallecida cercana a cualquiera de los que viva. Cada estrella brilla con intensidad por las noches porque cuidan de la persona que era especial para ellos, son guardianes, una de esas estrellas es tu Madre, ella por las noches vela por tu sueño y te protege de la obscuridad. Ella se sentiría mal al ver que te salvo de una muerte segura pero tú aquí en la Tierra te matas poco a poco. Mientras ella te cuide por las noches yo lo are por ella durante el día, todos los días. Yo seré tus ojos Carissa.

Sé que no es para nada bueno lo que hacen las personas que se cortan como ella, ellos solo desean contar todos los remordimientos a alguien que los escuche, sacar todo lo que tienen por dentro, llamar la atención de alguien y hacerlos sentir que no son invisibles.

I will find youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora