Prólogo

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Estaba oscureciendo y la noche se tornaba fría; no podía dejarlo ir, tenía que decirle que nunca fue mi intención hacerle daño, que lo amo y que no quiero a nadie más a mi lado.

— ¡ME USASTE!

—Por favor amor, escúchame, déjame explicarte — supliqué con lágrimas sobre mi rostro.

— ¡JODER! ¡SOLO FUI UN JUEGO PARA TI!

— Cálmate, por favor, no es así— dije tratando de tomarle por el brazo.

— No, no me toques, no te acerques más — dijo retrocediendo y apartándose de mí.

Su rechazo fue como un puñal en el corazón, no podía soportarlo más, estaba apunto de desvanecer.

— ¿Por qué Emma? ¿Por qué me haces esto a mí? — dijo con la voz quebrada y lágrimas en los ojos.

— Yo... Lo siento — susurré antes de romper en llanto.



Mi Mejor ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora