EmmaMientras esperaba a Colton afuera del instituto, una moto negra se paró al frente de mí.
— ¿Te llevo? —preguntó el tipo sentado con un casco en la mano.
— Lo siento, mi novio está por llegar.
Rio — ¿Así que soy tu novio? —dijo quitándose el casco y bajando de él.
— ¡Colton!
—¿Esperaste mucho muñeca?
—No mucho, pero creí que dijiste que me acompañarías a casa.
—Eso haré, te llevaré — dijo bajando de ella.
— ¿Y si mejor vamos caminando?
Nunca he subido a uno y soy muy joven para morir en accidente.—Confía en mí, es seguro —dijo dándome la mano.
Acepté dudosa, me ayudó a subir tomándome por la cintura y luego me puse el casco por seguridad.
— ¿Lista?
—Eso creo.
—Muy bien, abrázame fuerte o si no caerás.
Y antes de poder quejarme arrancó a toda velocidad.
— ¡Despacio! —chillé aferrándome a su espalda.
— ¡No te escucho!
Después de cinco minutos no temía más; sentía el viento en mis manos, se veía un lindo paisaje, poco a poco empecé a soltarme y Colton se dio cuenta, noté que me observaba desde el retrovisor.
—¡Sabía que te gustaría muñeca! — dijo para luego ir más rápido.
Estaba disfrutándolo, la adrenalina, el viento y la velocidad, todo este tiempo me preocupaba por lo peligroso que sería, pero me siento volar.
Luego recordé que Colton no sabe donde vivo.
— ¿ A dónde me llevas?
—Iremos a comer, hoy no almorzaste por mi culpa.
—Genial, muero de hambre.
Este chico me leía la mente, podía confiar en él. Nos detuvimos y estacionó su moto cerca de la plaza.
— ¡Llegamos! —dijo quitándose el casco.
Hice lo mismo y me ayudó a bajar.
— ¿Y ahora?
— ¿Qué es lo que te apetece?
— ¡Una hamburguesa! — contesté sin dudar.
Rio —¡Muy bien! — dijo copiandome.
— Idiota —dije divertida.
— ¿Me ayudas?
— ¿Quieres que te cargue?
— ¡No! Solo déjame apoyarme en ti, no quiero hacer esfuerzo.
—Mejor te cargo, así es más rápido.
Y antes de poder decir algo ya estaba en sus brazos.
—Ni se te ocurra dar otro paso más, bájame ahora mismo.
—No lo haré, quiero la hamburguesa tanto como tú.
— Pero todos nos están viendo —dije sonrojada.
— ¿Quieres que te cargue a solas?
—No me refería a eso pervertido.
—Lo sé, ya llegamos.
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Mi Mejor Error
Подростковая литератураComo dice el dicho: "Un clavo saca otro clavo" en muchas ocasiones no es más que un mito y en ciertas excepciones es más que inesperado. Es por eso que esta historia narra sobre Emma, una chica de 16 años que antes de conocer a Mason, nunca se espe...