Los médicos se preocuparon porque había vuelto a caer inconsciente, no sabían si podría sobrevivir, pero obvio, a nadie le importaba.
Los médicos, le descubrieron las cortadas, pero ni se molestaron en decirle a sus padres ya que ni siquiera estaban presentes.
Pasaron las horas… Y de nuevo volvió.
Preguntándose muchas cosas, como; ¿fue un sueño?, ¿fue realidad?, ¿qué debo hacer?.
Bueno, pues digamos que no tuvo respuesta a nada.
Pasaron más horas, y al fin llegaron sus padres para llevarla a casa. En el camino ni siquiera le dijeron nada, no les importaba, no hablaban, sólo iban callados.
Al llegar a casa, su hermanito la recibió con mucha alegría, y pues ella lo quería en verdad.
Subió a su cuarto, se hizo demasiados cortes, ya no era suficiente las manos y las piernas.
Ya no alcanzaban.
Así que sólo se tumbó en la cama a llorar y llorar, y no salió en todo el día, y así, pasó un día, pasó otro, y otro. Y a nadie le importaba.
No iba a la escuela, no comía, no se arreglaba, no nada.
Una semana después, pensó en lo que le había dicho Lizbet en su despedida, que tenía que luchar. Así que se paró, de arreglo y se marchó a la escuela, a reponer trabajos y todo eso, pero no era por ella, era por Lizbet.
Lizbet era lo único bueno que había en su vida, y si ella se lo había pedido, era justo que lo hiciera.
Cuando llego a la escuela, todo mundo se sorprendió, porque creían que estaba muerta, el chisme corrió rápido, de alegría.
Pero, no corrió rápido la noticia de que la habían salvado.
Ella, antes no era muy delgada, tenía ese problema, era un poco gorda.
Pero, después de todo esto que le habían dado en el hospital y una semana sin comer, había bajado bastante de peso…
Tanto que su cuerpo se acomodó de buena forma, ahora tenía atributos que varias de sus compañeras no.
Ahora, sólo le hacía falta que su cara fuera bella.
Pero… No era para que la sociedad la aceptara, si no, para que ella, pudiera ser mejor que ellos y mandarlos a la mierda.
Comenzó a irle bien de nuevo en la escuela, era buena, pero ya no la hacían quedar como la nerd.
Aunque, su forma de vestir y hablar no cambiaba, siempre con un pantalón entallado negro, una sudadera aguada color azul oscuro, y unos vans color negro.
Pero esto de que ahora tuviera un mejor cuerpo y le fuera bien en la escuela, no significaba que dejará de ser una suicida, por el contrario, le daba más motivos.
Ahora algunos chicos/as ya le hablaban, aunque ella sólo era fría y se iba, sabía que aún no era hora de mandarlos a la mierda.
Ella se cortaba, una y otra vez, ya era sobre las cicatrices que lo volvía a hacer.
Un día, en sus sueños, apareció Lizbet, y bueno, ahora estaba en su sano juicio sólo que dormida, y Lizbet le dijo:
“Muy bien, estoy orgullosa de ti, todo va a la perfección, espero que sigas con tu plan, déjame y te digo que me fascina eso de que te vengues por todo lo que te han hecho.
Sólo quiero decirte que debes mejorar tu estrategia, deberías cambiar de ropa, así, avanzarás aún más.
Pero en fin, el día en que decidas que es hora de venir a acá conmigo, te estaré esperando con los brazos abiertos, te amo hermana”.
Leshly despertó de golpe y llorando, no sabía que había pasado, eso de que apareciera en un sueño era una locura, y más aún que leshly no solía soñar.
Pero, decidió seguir su consejo, así que…
Tomo todo el dinero que tenía y salió en busca de nueva ropa.¿Te gusta este libro? ¡Haz que todo el mundo se entere!
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^Mundo Cerrado Heridas Abiertas ^ (Terminada)
RandomMe rompí tantas veces que ya se como repararme...