Nuestra Historia Juntos (SeungxPhichit)

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¿Por qué accedí? No tengo nada mejor que hacer, debe ser eso.

Pero estoy aquí, esperando inclusive cuando la ruta guiada no ha terminado.

En ese momento se escucharon las voces del grupo llegando a la salida. Mi corazón comenzó a latir con fuerza ¿por qué?.

-¡Seung-Gil Lee!.- escuche mi nombre ser pronunciado por el chico tailandés de hace un rato. Por alguna razón sentí que mi cara se calentaba.

Me giré para verlo y encontrarme que venía acompañado. Por un momento me sentí decepcionado.

-¡Hola!.- dijo Phichit Chulanont con una gran sonrisa.

-Hola.- respondí serio, sin expresión y todo quedó en silencio.

-Ehh... ¿Phichit?.- dijo su acompañante rompiendo con el silencio.

-¡Oh! Es cierto- contestó casi riéndose.- Yuuri, él es Seung-Gil Lee, lo conocí la noche que fui por ti al aeropuerto. Viene desde Corea del Sur- dijo dirigiéndose a su compañero para después voltear a verme.- Seung-Gil Lee, él es Yuuri Katsuki, mi mejor amigo, es de Japón y vino a Tailandia a visitarme.

El tailandés tenía una gran sonrisa como si esperara algo y su amigo me dedico una mirada extrañada. Entonces Yuuri extendió su mano diciendo:

-Mucho gusto, Seung-Gil Lee.

-Seung está bien y el gusto es mío.- estreche su mano.

¿Por qué sentí que esto era muy formal?

-¡¿Cómo se llama?!.- exclamó el tailandés emocionado al bajar la mirada y ver a mi perro.

-Su nombre es Dae Sung.

-¡Dae Sung! Curioso nombre.

Se agachó y con un poco de timidez acercó su mano para acariciar la cabeza de Dae, al ver que éste comenzaba a mover la cola agarro más confianza y con una gran sonrisa lo acaricio con sus dos manos.

-Heeh, creí que ese rostro era imperturbable.- dijo el chico viéndome desde abajo. Dae también me miraba con su lengua a fuera y moviendo la lengua. No me había dado cuenta de que estaba sonriendo.

¿Quién es este chico?

-Vamos, Phichit.- dijo su amigo.

-Hey, Seung, vamos a ir a un café aquí cerca ¿vienes?.- su mirada tenía un brillo bastante peculiar, sin duda esperaba que fuera.

-Yo...

-Quedamos en vernos ¿recuerdas?.- interrumpió.

-Esta bien.

-¡Bien!-dijo ampliando lo que parecía ser su permanente sonrisa.- ¿hay problema, Yuuri?

-Ah... ¡No! Para nada.- contestó su amigo sonrojado con una sonrisa y la mano en su nuca.

-¿Entonces qué estamos esperando?.- las mejillas del tailandés estaban ligeramente sonrojadas.

Llegamos a un lugar llamado Krisa Coffee Shop, según Chulanont, es un café pequeño pero muy bueno y tradicional a la cocina tailandesa.

-Yo invito ¡pidan lo que quieran!.- dijo Chulanont.

-Oh No, Phichit, podemos pagar lo nuestro por separado.- dijo el japonés y yo asentí estando de acuerdo.

-Ninguno tiene Baht ¿o sí? En este lugar no se acepta dinero extranjero y eso incluye los dólares.- dijo el chico con una sonrisa que ahora expresaba triunfo ya que ninguno de los dos teníamos la moneda tailandesa.