Seung-Gil Lee, a sus 20 años, y siendo uno de los mayormente reconocidos autores de novelas de suspenso, se encuentra en un momento crítico en su carrera como escritor al no poder lograr que sus nuevas novelas sean publicadas.
Dispuesto a cambiar...
El día no era más que perfecto para salir a caminar; tenía marcados los lugares a donde quise llevar a Yuuri para que conozca pero había olvidado algo muy importante en casa.
-Espera aquí, voy y vengo, olvide algo.- le dije a Yuuri y él asintió.
Entre con prisa a mi cuarto y busque lo que me hacía falta, una vez lo encontré volví con mi amigo en la sala para encontrármelo viendo unas fotos encima de una mesita.
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-¿Por qué no seguiste con el patinaje?.- preguntó.- la pista ya no es lo mismo sin ti.
-No hay una razón.- conteste, no quería hablar sobre eso.
-Hmm... Está bien.
Sé que no esta conforme con mi respuesta pero no era momento de hablar sobre esto.
-Vamos, Yuuri.- dije con una gran sonrisa.
-Claro...- sus ojos se posaron en lo que tenía en la mano y había buscado hace un rato.- ya decía que te faltaba algo, Phichit.- en su rostro se posó una gran sonrisa.
-¿Verdad?.- dije con un guiño y acerque mi selfie stick a la cara.- ¿Listo?
-Listo.
Primero fuimos a Él Gran Palacio Real de Bangkok. Le conté a Yuuri un poco sobre su historia y el cómo fue el hogar durante años de la familia real Tailandesa, los Rama. Es un centro turístico bastante popular aquí en la capital.
-¿Cómo dices que se llama el palacio?.- preguntó mi amigo.
-Phra Borom Maha Ratcha Wang.- Conteste, pensé que no me hacía caso.
Yuuri tomó fotos al igual que yo tome mis selfies. Estuvimos bastante tiempo cuando entramos a ver el interior del palacio, sorprendía lo grande y distintivo que era. No era mi primera vez aquí, pero aún así no cambiaba mi perspectiva de lo asombrosa que era su estructura.
Mientras Yuuri escuchaba al guía (me hubiera gustado guiarlo pero mis datos eran muy inexactos) pude ver cómo un hombre se salía del grupo de turistas para tomar fotos y ver por sí mismo. Lo acompañaba un perro de raza husky.
-¡Phichit! El grupo avanza.- dijo Yuuri haciendo que dejara de ver al hombre con su perro.
No podía evitar bostezar cada dos minutos. No me gustan las rutas guiadas pero a Yuuri parecía encantarle, sus ojos brillaban de asombro.
-Ehh Yuuri, voy al baño, ahora te alcanzo.
-Ah... Sí.- me contestó distraído, creo que no me escuchó.
Mientras me alejaba note que el hombre de hace un rato no se había vuelto a unir al grupo, quise buscarlo para ver si podía ser su "guía". Ya sin mucho éxito decidí rendirme cuando (por tener la cabeza gacha viendo las fotos en mi celular) choque con alguien ¿otra vez?, he estado chocando con mucha gente.
-Discúlpeme, fue un...- No podía ser cierto.
-Fíjate ¿Quieres?.- contestó el chico de ojos rasgados del aeropuerto y tan agradable vecino de Yuuri.
-Yo... Ah...
El sujeto se alejaba pero por alguna razón lo tome del brazo. Miró mi mano sin pronunciar palabra y después sus ojos se dirigieron a los míos, en su mirada se notó que también me había reconocido. No pude evitar sonrojarme.
-Quiero disculparme correctamente.
-No hay de que, suéltame.- intento zafarse de mi mano pero lo evite ¿por qué?
-No, por favor.- ¿Por qué estoy insistiendo tanto?.- Mi nombre es Phichit Chulanont. Soy de aquí, Tailandia.
Extendí mi mano para estrecharla con el sujeto de enfrente, el la vio y parece que dudo por un momento hasta que por fin la tomo diciendo:
-Seung-Gil Lee. Corea del Sur.
Él no soltó mi mano y viceversa, el tacto de su piel con la mía me hizo percibir una ligera sensación de calidez y ¿seguridad?, ¿Qué cosas dices Phichit? Reí para mis adentros. Lo único que me hizo soltar la mano de esta nueva persona fue el ladrido de un perro.
-Vámonos.- dijo Seung-Gil Lee al perro. Todavía no quiero que se vaya (o vayan).
-¡Espera! Todavía quiero disculparme.-insistí.
-No es neces...
-Por favor.- puse una de las mejores miradas que tengo para encantar a las personas.
Parece que funcionó.
-De acuerdo.
-¡Perfecto!.- exclamé.- ¿Nos podemos ver al final de la ruta guiada?
-Sí.- sin más, el coreano se giró para irse y su perro lo siguió.
-¿En dónde estuviste? Ya casi acaba.- me dijo Yuuri al verme llegar.
-¿En serio? Eso es música para mis oídos.- conteste sin poder evitar que una enorme sonrisa se posará en mi rostro.- Hey, Yuuri, ¿Qué sabes sobre Corea del Sur?
-¿Corea del Sur?.- me miro con extrañeza y como no juzgarlo ¿Quién pregunta de la nada por un país del que no tuviste ningún interés hasta ahora?.- Nada realmente, solo su división ente Corea del Norte y Sur, ¿Por qué?
-Por nada, ¡vamos! Que el grupo se adelanta.- dije tomando al japonés de la mano y acercándonos de nuevo al guía.
Esto se está poniendo interesante.
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Hoy fue un buen día lleno de noticias sobre Yuuri!! On Ice (No sé qué más comentar)
Gracias por los comentarios, el apoyo y lo bien que me han recibido ya que hacen que no abandone el fic uwn
