Capítulo 34 La Cruda Realidad

15 1 1
                                    

-Solo dime si vendrás conmigo o no- le dije para escabullir la pregunta

-No hasta que te dignes en responder- me dijo cruzada de brazos

-Bien entonces me iré, pero seguiré viniendo para cuando desees salir de aquí- dije molesto para tratar de irme por donde vine

-Vete por la ventana o Edrick sabrá que estuviste aquí- me dijo moviendo su cabeza señalándome la enorme ventana de la habitación junto al balcón

Caminé hasta el balcón y vi los cuatro pisos hacia abajo pero un balcón en cada uno, así que bajé por allí con cuidado.

Me dolía que ella en verdad desconfiara de mí pero no la culpaba, me tardé más de un año en venir a buscarla, todo porque simplemente quería encontrar la manera de cómo llegar y por mi estúpida carne me dejé llevar por Melissa.

-Y bien ¿Cómo te fue?- me dijo Lila en el auto después de 10 minutos de haber avanzado

-Ella me corrió, piensa que la engañé o algo por el estilo, está molesta porque me tardé en venir... ¡Idiota!- dije para exclamar en un susurro la última palabra

-Yo no la culparía, realmente tardaste demasiado en venir, es como si no hubieses querido y alguien te obligó hacerlo- me dijo el chef Pablo frustrándome más de lo que estaba, por lo que apoyé mi cabeza en el asiento, cerré mis ojos y dejé escapar un suspiro exasperado

-Solo quiero descansar- dije sin mucho ánimo

Alicia

Me sentía mal por la forma en que lo traté, sin embargo me dejó más que preocupada el que no me respondiera una simple pregunta ¿qué tal si Edrick tenía razón? Sacudí mi cabeza alejando toda clase de pensamientos negativos pero la pregunta que no me dejaba en paz se estableció en mi cabeza ¿por qué no me respondió?

Me recosté frustrada en la cama, solo deseaba que él me hubiese respondido al instante, pero no fue así. Al día siguiente me encontraba en el gran salón que Edrick me regaló, de alguna manera me hacía sentir mejor y lo único que hacía era arrojar balones al cesto para calmarme pero no funcionaba, ya que dudaba de mi misma en que si había hecho lo correcto. Me fui a la parte de futbol y practiqué los penales. Pateaba el balón una y otra vez a la portería mientras navegaba en mi cerebro tan solo pensando

-No te respondió ¿verdad?- escuché a Edrick en la puerta por lo que pateé el balón con fuerzas hacia él y como era de esperarse lo atrapó en el aire

-No, solo me dijo que seguiría viniendo hasta que yo deseara irme- dije sentándome en el suelo con frustración

-Oye, tranquila, síguelo recibiendo de la misma manera hasta que te responda. Si él sigue viniendo es porque en verdad te ama, pero no solo de amor puede durar una relación, se necesita confianza y fidelidad- me dijo como si fuera un experto, sentándose a mi lado por lo que recosté mi cabeza en su hombro

-Ojala fuera tan fácil- dije frustrada, mientras él pasaba su brazo por mis hombros y los frotaba

En una semana Jackson no volvió, supuse que Edrick siempre tuvo la razón desde el inicio. Me dolía mucho porque en verdad lo amaba, yo solo quería una respuesta sincera de parte de él pero solo obtuve que huyera, o eso creí.

Esa noche después que compartí con Edrick como de costumbre, me fui a dormir no sin antes de pararme frente al balcón por unos segundos con esperanzas de ver al hombre que amo otra vez, pero al no ser así me acosté a dormir. A la hora sentí como alguien me tocó la mano y me dedicó un beso en la frente por lo que rápidamente abrí mis ojos para encontrarme con el rostro de Jackson

Secuestrada por una EstrellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora