Capítulo 37 (Final) Regreso a Casa

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Mi corazón se llenó de dicha al verlo, podía sentir como mis mejillas se incendiaban con su agarre, se veía mucho más hermoso que antes o tal vez era lo mucho que lo extrañaba, sentía ganas de abrazarlo, Jackson solo me sonreía con amor, podía notar su gran sinceridad pero yo no reaccionaba

-Lo lamento tanto Alicia, en verdad quiero que me perdones y regreses a casa conmigo. Pero no lo hagas por mí sino por tu familia... yo solo deseo verte feliz y sé que lo eres pero aun así... yo, yo solo. Te amo y mucho...- me dijo en forma de súplica y con nerviosismo, mostrándome un ramo de rosas blancas y rojas que tenía detrás de su espalda, mis favoritas.

Lo interrumpí con un beso que al parecer no se esperaba ya que solo pude sentir el ramo de rosas caer al suelo para luego tomarme por la cintura mientras yo rodeaba su cuello con mis manos. Sentía que mi alma había salido y vuelto a regresar, lo besé con toda mi pasión incluso de la manera que ni siquiera sabía que podía besar. Lo deseaba, en verdad lo anhelaba, solo necesitaba que me probara que en verdad me amaba y esto fue suficiente prueba para mí. Mi corazón se alocó y todos mis sentidos se alborotaron al sentirlo de esta manera, era un nuevo nivel de desesperación y deseo, necesitaba sentirlo por lo que apegué mi cuerpo mucho más al de él y él hizo lo mismo, mientras nuestros labios se movían de forma sincronizada y con desesperación, su lengua paseaba por mi boca y yo permití que lo hiciera, provocando que el beso se intensificara cada vez más y mis sentidos se alocaran cada vez, incluso más allá de lo que en toda mi vida había sentido, nos habíamos besado antes pero esto era diferente, yo necesitaba sentir su cuerpo con el mío y la ropa lo impedía. Un sexto sentido se activó dentro de mí por lo que separé el beso antes de que fuera tarde, necesitaba respirar y al mismo tiempo no llevar esto tan rápido, es decir, acababa de perdonarlo.

Al día siguiente, yo tenía una sonrisa que se me era imposible borrar aunque lo intentara, no lo niego pasé un día maravilloso con Edrick, puesto que a pesar que no salimos de la sala que me había regalado, utilicé todo e incluso leímos algunos libros juntos. Al finalizar la tarde él me abrazó de nuevo sin querer soltarme

-Nunca podré tenerte ¿verdad?- dijo con una voz triste pero tranquila a la vez, dejándome paralizada

-Escuché todo y descuida te puedes ir hoy en la noche con él, ya preparé todo e incluso le dije a mis guardaespaldas que se comunicaran con él- me dijo en medio de una triste sonrisa

-¿Qué hay de ti?- pregunté preocupada

-Descuida, yo estaré bien y me encargaré de todo sobre tu nueva desaparición ante la prensa- me dijo con una sonrisa y en forma de juego para relajarme, solo esperaba que fuera así

Preparé mis nuevas valijas con las cosas que Edrick me había regalado, cada prenda me traía un recuerdo, lo iba a extrañar muchísimo, me tardé más de una hora en prepararme, pues sinceramente me había encariñado con el lugar y en especial con el dueño.

Antes de irme busqué a Edrick Lee por todo el lugar, quería despedirme de él. Llegué a la sala que me había preparado y la miré con melancolía, mientras recordaba todos los momentos que pasé con él en ese lugar, lo mucho que nos divertimos en cada juego, los momentos de tranquilidad que disfrutamos, el momento en que me lo obsequió, todos eso momentos venían a mí como una brisa suave, sonreí tontamente ante todos ellos y cerré la puerta. Fui hasta la oficina de Edrick y él no estaba, todos aquellos recuerdos vinieron a mí, como la primera vez que conocí a Edrick o la vez que le dije que lo odiaba con toda mi alma, ahora solo me reía de gracia ante esos recuerdos, no podía creer que del odio pasé a quererlo y convertirlo en mi mejor amigo.

-"Si Katerine se entera de que la remplacé de seguro enloquecerá"- pensé divertida

Bajé hasta la cocina, todo se veía impecable y organizado a diferencia de todas las veces que cociné con Edrick cuando todo quedaba hecho un desastre o cuando estaba concurrida con el chef Pablo y los ayudantes de cocina.

Secuestrada por una EstrellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora