Capítulo 36 Despedida

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Me le fui a arrojar encima y él ya se había levantado para defenderse cuando el hombre de cabellera blanca entró y se interpuso en medio, se veía furioso y preocupado

-¡ALTO! Edrick, te dije claramente que no lo irritaras y tú, no sé quién eres pero las cosas no se resuelven de esta manera y mucho menos en un lugar como este ¿pueden acabar sus problemas conversando como hombres? Por favor- dijo bastante alterado, parecía que estuviera regañando a unos niños de primaria pero no iba a decir nada al respecto, puesto que tenía razón

-Todo acaba mañana en la noche, espero que estés preparado Jackson- me dijo Edrick con su más egocéntrica sonrisa y sentándose con gran relajo por lo que me acomodé la chaqueta un poco molesto y salí de allí.

Sabía que él planeaba algo para quedarse con Alicia, tenía que pensar bien mi jugada y solo tenía un día por lo que tenía que estar preparado para todo. Edrick no se iba a rendir tan fácil, él tenía la ventaja en parte. Era hora de sacar todas mis cartas.

Edrick Lee

Nunca en mi vida pensé que él en verdad se arriesgaría a venir a verme para pedirme tal cosa, siempre pensé que volvería a intentarlo con Alicia. En el momento que se fue apoyé mis manos en mi rostro con frustración, esto significaba que él haría lo imposible por volver a conquistar a Alicia para llevársela, lo que me afligía era que podía lograrlo y que en verdad él la amaba, me había prometido no dejarla ir con alguien que no luchara por ella pero él lo ha hecho. Conocía las emociones de Alicia, ella en verdad estaba enamorada de este idiota, me consumía la ira por dentro con el simple hecho de saber que si él no hubiese aparecido yo lo hubiese logrado y en este momento no tendría que preocuparme por cosas como estas. Mi manager me hizo un gran interrogatorio sobre él y el por qué estaba a punto de pelear con él.

Cuando llegué a casa, me sentía un poco frustrado pero debía cumplir con mi parte e intentarlo nuevamente, tal vez no lo conseguiría pero no tenía nada que perder. Alicia no me recibió como siempre lo hacía, es más, ni siquiera estaba por todo el lugar. La busqué en todo la mansión pero no la encontré. Me preocupé, por un momento pensé que Jackson se había infiltrado en mi casa y se la había llevado. Llegué al último piso y abrí la puerta del gran salón que le había preparado a Alicia, ella estaba leyendo un libro sentada en el suelo.

Estaba tan concentrada que no notó mi presencia, los rayos del sol que se asomaban de forma ligera a través de las ventanas acariciando el rostro de Alicia de manera sutil. Se veía tan hermosa y angelical que no deseaba molestarla, sino quedarme allí parado admirando la chica que me ha enseñado tantas cosas, entre esas el amor y la importancia de la vida, verla de esa manera hacia que quisiera darlo todo por ella, sin importar lo que tuviera que perder porque sabía que valía la pena. Yo sonreía tontamente mirando aquella escena, recostado en el borde de la puerta mientras mi rostro se sonrojaba ante la belleza de Alicia, podía observar como sus ojos grisáceos brillaban ante los diminutos rayos de sol y como su perfil era increíblemente perfecto, sus labios carnosos color rosa y del tamaño perfecto me hacían desear besarla hasta quedarme sin aliento, pero en ese momento solo deseaba admirarla.

Ella de pronto se volteó a mi dirección y rápidamente me acomodé colocándome recto y mirando a otra parte con nerviosismo, estaba seguro que me había visto observándola imprudentemente

-Hola ¿Hace mucho que estás allí?- me preguntó con una sonrisa

-Hola, em-no-yo... Acabo de llegar- dije torpemente. No sé qué me pasa, he estado con ella desde hace más de un año y aun no me acostumbro a su esplendor

-Lamento no haberte recibido, estaba entretenida- me dijo mostrándome el libro

-Ya veo ¿Qué leías?- le dije con una sonrisa mientras me pasaba la mano por el cabello

Secuestrada por una EstrellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora