"Un Angel Sin Alas."

capitulo IV

Con un gesto deja que entre a la casa invitandome a sentarme en uno de los grandes sillones de tercio-pelo de la sala.

- no es necesario que me digas, sé porque estas aqui y creeme que no me molesta, sabes que puedes quedarte- dijo mostrandome una sonrisa de gentileza la cual rapidamente se volvio en una de diversion y complicidad.

Con una condicion-.

Bufe en forma de respuesta, debi suponer que esto no seria tan facil.

- ¿cual es?- dije arrastrando las palabras- aclaro que no voy a volver a hacer de "cupido" para ti-.

-no, esta vez es distinto. Eres una adolescente de 17 años, asi que como cualquier humana tendras...-paro dandole intriga al momento- que ir a la escuela.

Me levante bruscamemte de el muy  comodo sillon aparentando estar molesta e indignada. Aclaro, aparentando.

- si te das cuenta de el alboroto que se puede formar por esto- dije con mis manos señalando mis ojos y mi cabello.

-en primer lugar a ti no te importa eso, y en segundo no puedes quedarte aqui sin hacer nada. Bueno puedes, pero no lo haras-.

Suspire con fuerza para comenzar a subir las escaleras dirjiendome a lo que desde ahora sera mi habitacion. Las paredes eran de un color menta, las cortinas rosado pastel cubrian gran parte de las ventanas, bueno gran parte. En una de las esquinas se podia ver todo el manto estelar siendo practicamente en su totalidad opacado por las luces de los edificios, autos, motos, casi todo en realidad, solo una pequeña parte de ellas se podia ver mas la luna.

Me acerque a la cama para poder dormir placidamente en esta.

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Me levante rapidamente por los gritos constantes de Hiro indicandome de que ya era hora de ir a la escuela.

Me diriji al baño sintiendo las gotas de agua fria recorrer mi cuerpo me traia una sensacion de tranquilida, al salir abri el armario que al parecer ya estaba lleno de ropa ( a Hiro no se le escapaba nada), me decidi por un pantalon de mezclilla, una  blusa manga larga recogiendo mi cabello en una cola alta.

Baje las escaleras encontrandome con sierto rubio que se veia muy calmado despues de  haber estado gritando- supongo yo practicamente toda la mañana- sentado en la mesa comiendo el desayuno dedicandome un "buenos dias" mientras me sentaba con él. Al terminar tome  mi mochila me despedi de Hiro saliendo por la puerta.

Al llegar a la escuela pude notar lo grande que era, por alguna razon me sentia incomoda apesar de ya estar acostumbrada a tantas miradas de desprecio. Una chica de mi edad se me acerco, con una de sus manos acariciaba su cabellera negra mientras la otra reposaba en su cintura, y sus grandes ojos verdes me miraban ferzomente.

- miren que tenemos aqui, acaso el tinte no fue suficiente- dijo en tono de burla refiriendose a mi cabello que tenia un peculiar color. Consitia de el lado derecho de color negro y el izquiero que consistia de un flequillo era blanco. Raro ¿no?.

Di media vuelta para alejarme sin prestarle mucha atencion pero ella me tomo de la muñeca volteandola a  ver.

- a mi nadie me deja con la palabra en la boca o me ignora- dijo con desprecio.

Antes de poder articular palabra alguna una mano la aparto de su agarre colocandose frente a mi.

- ya dejala ¿si?- dijo aquella voz que reconoci muy bien. Logan.

Ella no dijo nada simplemente se fue, me encantaria culparla- de verdad- pero no podia hacerlo, su vida ha sido dificil sin su madre. Logan se giro hacia mi dedicandome una sonrisa, me tomo de la mano provocandome un calor en mi interior el cual rapidamente intente olvidar.