Ito - nit' (いと - нить)

Tú - あなた

Por algo se llaman "Destinados", los une la vida para poder ser felices.

Era tan claro como el agua. Tan fácil de entender como el uno más uno.

Yuri Katsuki no lo veía de esa manera, era ilógico que fuera de esa forma. Para empezar, sentía que no tenía que ser así.

¡¿Por qué tenía pasar así?!

Su almohada pagaba muy caro cada pensamiento, si fuera persona la estaría asfixiando hasta matarla. Pero no podía controlar sus emociones, tan sólo en unas horas se encontró con lo que llaman Pareja Destinada.

No podía dormir a causa de ese alfa. ¡Hasta le robaba el sueño!

Otra razón más para pensar que era malo, muy malo.

Sin evitarlo, los pensamientos regresaban.

Sus ojos azules que lo persiguen hasta su cabeza, su cabello tan sedoso y fino, un porte tan elegante, su olor, su cuerpo, sus labi-

—Por dios Yuri cálmate, cálmate. —percatándose de su mente tan inestable se interrumpe así mismo.

Un largo jadeo sale de sus labios, tocándose la frente con una mano para controlarse.

Logrando estabilizarse comienza a murmurar... ciertas cosas.

—Igual no es de aquí, no puede ser un japonés. Jaja, imposible que sea un japonés. —mofándose de su descubrimiento. —Y como no es de aquí, quiere decir que es un turista, y si es un turista quiere decir que se ira de nuevo de donde vino. ¡Eso quiere decir que no lo volveré a ver! JAJAJAJAJA.

Perdiendo la cordura y revolcándose con alegría en la cama, un golpe proveniente de la pared de alado lo alarma.

Pensando que podía ser el gato que tiro algo, lo ignora comienza acomodarse para dormir finalmente.

Hasta que recuerda que él no tiene gatos. Nunca ha tenido gatos.

Sus padres dormían en la planta baja, su hermana no se encontraba en casa y Phichit estaba del otro extremo del pasillo en los cuartos de invitados.

Entonces... entonces.

Baja de la cama con algo de temor, busca algo para defenderse y en la esquina de su armario encuentra un palo Hockey. Se alegró internamente que nunca fuera capaz de tirarlo en la basura.

Con mucho valor decidió salir de habitación y enfrentar al enemigo.

Entreabrió la puerta y con delicadeza se asomó observando el pasillo, estaba vacío.

Camino con cuidado hacia la puerta continua, quedando enfrente de la habitación. Nunca dejo de sostener el palo Hockey con fuerza.

Tomando la manija con nervios la giro con lentitud y comenzó abrirse ante él.

Las luces estaban apagadas, pero gracias a la luz de la ventana que entraba se podía distinguir una figura parada enfrente de está dando la espalda a Yuri.

Quería gritar, dar un golpe, correr. Pero no se podía mover.

La persona enfrente del ventanal giro su cuerpo y comenzó a caminar en dirección a él. Yuri no podía más, le iba a dar un infarto ahí mismo.

Cerrando los ojos empezó a tantear la pared en busca de sostenerse de algo, hasta que su mano dio con el interruptor y se encendieron las luces.

La habitación se iluminó por completo.

Abriendo los ojos de golpe, Yuri solo logró sostener el cuerpo que cayó en sus brazos por reflejo.

—Más, más, más comida, por favor. Wejeje. Quiero ese para llevar. Deme todos para llevar.