Conocer - 知っています

1.8K 196 53
                                    

Al final de la velada, con los platos vacíos y los estómagos satisfechos, concluyen la cena tan disparatada.

Con tales revelaciones, todos deciden que lo ideal es retirarse para descansar. De esa forma, cada quien procesaría lo sucedido.

El pequeño rubio se acerca a Víctor que se encontraba expectante vigilando, admirando a su pequeño omega de lejos, para decirle que se fueran ambos a casa. Con todo ese ajetreo dudaba que pudiera quedarse con el omega que estaba en un estado irritante.

Pero nada fue así.

— ¿Irnos? Yo no me puedo ir. —tomando al pequeño ruso del brazo apartandose a una esquina; para evitar ser escuchados. — Lo acabo de encontrar, no puedo dejarlo...—con un tono de voz más baja. — Menos ahora que está en amenaza nuestro futuro.

—Víctor, no es por ser pesimista. —metiéndose las manos en su abrigo y alzando levemente los hombros. —Pero él no quiere nada y por lo visto, a nadie en su vida. —con poco de pesar en su voz.

—Está asustado, lo puedo oler. Que mal alfa sería si no puedo sentir el miedo en mi omega. —hablando como si fuera lo más obvio. —No es para menos, escuchar que está comprometido con otro tipo que no tiene ni idea. —mascullando con odio el hablar del desconocido.

Plisetsky en unos breves segundo mira donde está el omega con Phichit, que no paraba de tomarse fotos con él y los padres de Yuri.

Yuri siente la mirada del rubio en él y chocan sus ojos, el pequeño ruso vuelve a mirar a Víctor para esquivarlo. Pudiendo notar en ese cortó momento algo en la reacción de ese japonés.

Ese par, serían la ruina del rubio. Soltando un gran suspiro por todo eso que se le revelaba.

—Yo creo que está asustado de alguien más.

— ¿Cómo? —totalmente desorientado el peli-gris.

—Nada, nada. —cerrando los ojos y recargándose en la pared contigua. —Si tú dices que es eso, debe ser cierto. —sonriendo con sinceridad al hombre frente a él.

Asiente con un ligero movimiento de cabeza un muy confundido Víctor, por las palabras del rubio.

—Espero que la cena fuera de su agrado. —Hiroko se acerca para dar una reverencia a los invitados. Acabando totalmente con su conversación anterior.

—Estuvo esplendida, fue grato degustar de su excelente sazón. Se nota que es muy hábil en la cocina. —tomando con delicadeza las manos de la japonesa. —Gracias por esa gran comida, dama Hiroko.

—Muchas gracias, estuvo deliciosa. —atino a decir el pequeño ruso, algo apenado y con un leve sonrojo.

— ¡Oh! Por favor, gracias por su grata compañía. —tocándose las mejillas avergonzada, sintiendo lo caliente que estaban de la pena.

Yuri Plisetsky que no encontraba nada más que lo impidiera ir a donde se alojaba, se acerca Víctor para despedirse.

—Supongo que es momento de retirarme. —dirigiéndose a Hiroko.

— ¿Ir te? ¿Se van? —con un tono de alarmada.

—Bueno, estamos ahora en un hotel. Yo pienso retirarme, no sé si Vict-

—Si no es molestia, me gustaría quedarme aquí la noche, dama Hiroko. —interrumpiendo las palabras de su compañero, comenzando a mover piezas de su estrategia.

Un chico que a pesar de estar a una distancia considerable de los visitantes, estaba al tanto de la charla, inquietándose por los planes de ese alfa.

Ito - nit' (いと - нить)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora