Bienvenidos a la ciudad del amor donde todos los días son muy románticos y especiales, pero hoy...hoy era el día del padre, no muy celebrado pero igualmente adorado, en especial para nuestro querido gatito ya que era lo único que le quedaba...
Pero hoy será distinto, no solo para el diseñador sino también para el panadero, los cuales se encontraba a las afueras del Louvre...
¡Tom!—llamo el ex-rubio al ver llegar a su amigo de la adolescencia—
Gabriel, ¿qué haces tú aquí?—pregunto feliz el castaño cuando llego—
Eso mismo te iba a preguntar yo—contesto el diseñador antes de darse la mano—
Bueno, recibí una nota de mari diciendo que me esperaba afuera del Louvre—comento Tom sacando la hoja color rojo de su pantalón—para pasar el día del padre...
Que interesante, yo también recibí una nota exacta—respondio Gabriel sacando también una hoja pero de color negro—solo que la mía es de Adrien...
Hmmm...—pensaban ambos hombres antes de ser interrumpidos—
Disculpe...¿ustedes son el señor Agreste y el señor Dupain?— pregunto una señorita castaña con antifaz de ardilla—
Si somos nosotros—respondio Gabriel algo extrañado por aquella mujer—
Aquí tienen—acto seguido la joven les entrego dos papeles rosado que al abrirlos decían—
Si llegaron a la vía
Sigan a la ardilla
Para encontrar la villa
¿Qué?—contesto agreste tratando de descifrar el mensaje—
¡Jajajaja!...—se carcajeo fuerte mente el Dupain para luego explicarle a su amigo—esto me recuerda a los juegos de búsqueda que solía hacernos mi padre...
Si es así, entonces usted es la ardilla—afirmo el diseñador con una leve sonrisa—
Así es para su próxima pista deben seguirme—respondio la dama antes de empezar a caminar—
En seguida ambos adultos siguieron a la joven hasta una sala con diferentes pinturas...
—La joven se paró en medio de la sala y hablo—En esta sala han de encontrar, un hombre que a su vez debe callar...
¿Esa es otra pista?—pregunto tom, a lo que la joven asintió—esto será más difícil de lo que creí...
Ya ha pasado tiempo desde nuestra última búsqueda—comento Gabriel sobando su puente—no recuerdo que fuera tan difícil
Haber pensemos—empezó el Dupain analizando cada palabra—en, esta sala, han de encontrar...
Un hombre, que a su vez, debe callar—continuo el agreste mirando alrededor—no creo que hable de un hombre de carne y hueso...
A parte de las personas...¡están las pinturas!—grito emocionado el castaño—eso quiere decir que es una pintura...
Tom, mira—aviso el ex-rubio antes de acercarse a un módulo de información y sacar un folleto—aquí dice que están exponiendo la pintura el grito...
Un hombre que a su vez debe callar...a eso se referían—contesto emocionado el oji-café a lo cual la joven asintió—
Vamos—llamo el oji-azul mientras caminaban con prisa hacia la obra—debe ser aquí...
Señor Dupain y señor agreste—hablo un joven peli-negro sin antifaz a sus espaldas—aquí está la siguiente pista...
El joven les entrego una hoja verde que decía...