El otoño llego a parís y con ella su festividad que no es ni más ni menos que Halloween.
Un día para disfrazarse, pedir dulce o truco, pasarlo con tus amigos y familia, sin mencionar la gran fiesta organizada por Andrés Bourgeois...
Y ahora vamos a la mansión Agreste.
Buenos días hijo—saludo el ex-rubio al ver a su primogénito entrar a su oficina— ¿qué te trae por aquí?
Hola papa, vine a buscar mi traje—respondió entusiasmado el oji-verde tomando asiento frente a su progenitor— ¿no se te habrá olvidado?
¿Estas dudando del mejor diseñador de toda parís? —pregunto "indignado" el oji-celeste viendo a su hijo—
Perdona, pero este será...—hablaba el rubio antes de ser interrumpido por su padre—
Será tu primer Halloween con tu novia—dijo Gabriel acabando la oración de su hijo—lose Adrien lose...me recuerdas a tu madre, ella siempre fue muy cursi
Y aun así te enamoraste de ella—menciono el agreste menor con una sonrisa—yo...yo quiero tener la misma relación que tuvieron ustedes, ya que mientras ella me ame...no me importa nada más...
Bien dicho, ahora ve al almacén—respondió Gabriel tomando unos documentos—recuerda que cuando se termina un diseño se guarda ahí.
Claro, muchas gracias padre—dijo el rubio caminando a la salida—
No se te olvide llamar si llegas tarde o te vayas a quedar con los Dupain—aviso el agreste mayor viendo a su hijo—
Claro, bueno nos vemos al rato—contesto el oji-verde saliendo de la habitación, pero antes de alejarse asomo su cabeza con una sonrisa digna del gato Cheshire—o debería decir hasta mañana...
Y antes de que poder su padre dijera algo salió corriendo hacia el almacén.
¿Ahora si me vas a decir de te vas a disfrazar? —cuestiono el pequeño ser oscuro, saliendo de la chaqueta de su portador—
Es un secreto Plagg...incluso para my lady—susurro lo último mientras buscaba los vestuarios— ¡vaya!...
¿Qué sucede? —Pregunto Plagg al ver la cara de su portador—
Esta vez mi padre si se lució esta vez—menciono el oji-verde con una gran alegría—bueno es hora de irnos...
¿No pedirás el auto? —Volvió a pregunta el kwami negro regresando a su escondite—
No, iremos a pie—contesto el joven tomando las prendas, para acto seguido dirigirse a la casa de su novia—
Mientras tanto con nuestra querida azabache.
¿Qué voy a hacer? —Sollozaba la oji-azul mientras ponía pata arriba todo su closet—
Sigo sin entender cómo se te pudo olvidar diseñar tu disfraz—regañaba Alya quitándose un poco de la ropa que se le había caído encima, cabe decir que venía con un disfraz de tiana (la princesa y el sapo) —siempre lo haces un mes antes...
Lose, pero será mi primer Halloween con Adrien—contesto la oji-azul mientras miraba el espejo mientras sostenía uno de sus antiguos disfraces—y pensé que iríamos vestidos como una pareja pero...
Pero...—decía la morena dándole a entender que quería que continuara con su relato—
Pero ayer lo oí hablando con Nino y dijo que iría disfrazado de bufon—continuo la joven Dupain con un leve suspiro mientras bajaba la mirada— ¿tal vez olvido que iríamos juntos?