Gestación

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Aclaraciones:

1-Inhividores o supresores: Son pastillas o inyecciones que suprimen y controlan cuando el Omega esta en celo. Como algo adicional: Son jodidamente caros y de uso único para Omegas.

2- Tanto Omegas como Alfas entran en celo, pero como ya sabrán, Izuku es un Beta; por ende, no puede experimentar el celo. Por decirlo de alguna forma: Debería ser inmune a las feromonas.

3- Para la marca...Lo veremos en el siguiente capítulo, porque esto va ser muy jodido para Bakugou y quiero mostrarle el porqué.

4- Puede que el los supresores oculten el olor y el deseo sexual, pero eso no quiere decir que siempre sea efectivo, algunas personas aún pueden sentir las feromonas, mas no con la intensidad necesaria para llegar a tener la urgencia de aparearse.

5- Los efectos secundarios: Estos solo los experimenta Bakugou.

X

Bakugou refunfuña y fulmina con la mirada a Kirishima.

Las luces le segaron por unos segundos, el sonido le fastidio y el aroma a comida chatarra le irrito; una mierda a su parecer, pero debía admitir que el lugar era bastante espacioso y decente para algo tan ridículo. Gruñendo, se soltó del agarre del chico y camino hasta la sala, observando con recelo a Sero quien conversaba con Mineta animadamente, una vez en el lugar se dejó caer en el sofá y tomo un puñado de papas que había en la mesa de centro, masticando saco su celular y los audífonos; la música del lugar no era tan desagradable, pero prefería algo suyo para que el estrés abandonara su sistema.

Pues había sido un completo imbécil al haber caído en la tetra de Kirishima y Mineta.

Había sido engañado, amordazado y electrocutado. Los muy hijos de puta habían hecho todo un escándalo; cuando por fin pudo librase y vengarse, las explosiones y los gritos de dolor le dieron una pequeña satisfacción. Debía admitirlo, esos desgraciados tenían los suficientes huevos como para intentar capturarlo.

De ahí por qué accedió a ir a la casa de Kirishima.

¿Reconocimiento? No. Solo acepto porque no tenía nada que hacer, al igual que siempre, buscaba romper la rutina que de apoco le carcomía su día a día. Y se estaba arrepintiendo. Los demás estudiantes estaban esparcidos por todo el lugar, algunos reunidos en grupos y otros simplemente apartados cogiendo algo de comer.

- Menuda reunión – Gruño con algo de ironía.

Y mientras se sacudía las manos noto algo peculiar: Los audífonos estaban a bajo volumen. Extrañado, reviso su celular y noto que, efectivamente, el sonido solo estaba al 20%. Preocupado, observo a su alrededor y todo se volvió más intenso, los colores y olores le golpearon sus sentidos, la música retumbaba en sus oídos con más fuerza de la debida.

Empezó a sudar frio.

Apresuradamente saco uno de los inhibidores que hace poco había comprado de su chaleco, se levantó y corrió a la cocina. Busco entre las gavetas un vaso y lo lleno de agua, sin pensarlo dos veces ingirió la droga procurando no atragantarse.

Suspirando, se apoyó en el lavabo y aguanto el golpe de calor que poco a poco fue expandiéndose.

XI

Todo era confuso, su nariz percibía una fuerte fragancia. Miro a sus compañeros; ninguno parecía afectado por la extraña esencia. Suspirando, aparto una de las copas que le ofrecía Mineta con tanto empeño, a él no le gusta el alcohol, tampoco el escándalo que todos estaban haciendo por un juego tan ridículo como el ponerle la cola al burro.

Perdiendo ante ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora